Es posible que el título de este artículo te induzca a error. Parece que hay una norma no escrita por la que los hipsters solo se mueven por la ciudad en bicicleta. Pero eso no es del todo real. Por mucho que presuman de su nueva fixie, un hipster también puede rendirse ante un coche si este es lo suficientemente “especial”. Vamos a ver unas cuantas normas que te pueden ayudar a distinguir a un hipster por el automóvil que conduce.
Se mueren por un coche viejo y raro
Los hipsters ansían ser distintos a los demás. Mientras que otras tribus urbanas se reconocen por una serie de atuendos y costumbres definitorias de su pertenencia al grupo, el hipster trata de ser diferente y único. Eso le hace sentirse sofisticado. Además, gusta de todo lo vintage, tanto en ropa y complementos como en cuestión de vehículos. Si prefiere comprarse prendas usadas en mercadillos, con más razón recurrirá a la oferta de segunda mano si no le queda más remedio que adquirir un coche. Y si el hipster encuentra un Mini clásico, un Citroën 2CV, un Seat 600 o un Volkswagen Escarabajo de la primera época, será el hombre o la mujer más feliz del mundo. Otro modelo que cotiza mucho, sobre todo en verano, es el Citroën Méhari. Y si no localizan esas reliquias, también se pueden conformar con un Volkswagen Golf I, con un Seat Ibiza de la primera generación o con un Saab 900 de la década de los 80.
Todo les parece mainstream
Si tienes algún amigo hipster, habrás comprobado que no para de repetir constantemente una palabra comodín: mainstream. Básicamente se refiere al uso generalizado de una costumbre o tendencia. Como su obsesión es diferenciarse, cuando algo es mainstream deja de gustarles. Por eso, a la hora de elegir un automóvil, si quieren estrenarlo, se decantarán siempre por los modelos más raros y difíciles de ver en la calle. Incluso es posible que alguno se coja la lista de los modelos menos vendidos y se decante por los que menos matriculaciones han tenido ese año. Por eso, que no te extrañe ver a un hipster al volante de un Tata Vista, de un Nissan Cube o de un Qoros 3.
Reyes de lo retro
Su pasión por lo vintage ha conseguido poner de moda todo lo antiguo (por no decir directamente lo viejo). Pero mientras los hipsters más recalcitrantes gozan como monos conduciendo coches viejos sin dirección asistida, sin control de estabilidad y sin airbags, hay otros que no están dispuestos a renunciar a las comodidades actuales. Para ellos se han creado modelos modernos inspirados en vehículos antiguos como toda la gama actual de MINI, el Volkswagen Beetle o el Chrysler PT Cruiser.
Pero después de leer esta guía interna de Audi USA para la presentación del A3 Sedán, está visto que las marcas ya se han fijado en ellos como objetivo de marketing (Mercedes ha conseguido rebajar la edad de sus clientes en casi diez años gracias a su nuevo enfoque orientado a “modernos” profesionales). Mediante este documento interno, Audi alecciona a su red comercial para convertir sus últimos lanzamientos en objetos de culto por parte de esta legión de incansables buscadores de lo cool frente al mainstream generalizado.
Ecologismo hipster como forma de diferenciarse
Generalmente los hipsters suelen tener una conciencia medioambiental bastante definida. Si a eso le unimos su gusto por la tecnología –gracias, sobre todo, a que una parte de esta tribu disfruta de unos ingresos más altos de lo habitual–, es lógico que muchos de ellos se pirren por los vehículos híbridos y eléctricos. Entre todos, el rey es el Toyota Prius. Pero lo considerarán un objeto tan codiciado como un MacBook Pro mientras sean pocos los que lo utilicen. Si en algún momento se generalizan, entonces estoy seguro de que los hipsters –en caso de que en ese momento sigan existiendo– buscarán como locos viejos diésel petroleros, mejor cuanto más sucios y malolientes sean.
Son grandes usuarios del carpooling
Desengáñate: pese a todo lo explicado a lo largo de este artículo, los hipsters, en general, pasan bastante de los coches. A pesar de ello, también necesitan desplazarse. Por eso, cuando no pueden ir a un sitio en bicicleta, recurren a medios alternativos de transporte compartido como el carpooling, a través de conocidas aplicaciones como BlaBlacar,…
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¿Reconoces alguno de estos comportamientos entre tus amistades? ¿Algún amigo tuyo niega ser hipster pero se cree diferente y especial porque tiene un coche poco corriente? ¿Acaso son ya tan habituales y corrientes estos hipsters que ser hipster terminará siendo mainstream?
A mi me gustan los coches “vintage” y algunas prendas de vestir de ese estilo… que miedo me da este artículo. ¿Que te gusten las Vespa también en hipster?
Javier: como le pongas espejitos retrovisores a la Vespa, vas a parecer un mod total al estilo de los que salían en la película Quadrophenia.
Como exbibliotecario que soy, siempre he pensado que el mundo es como un gran biblioteca, en donde todo tiene que estar correctamente etiquetado, catalogado y clasificado. De modo que, si ya existe una lista de gustos para definir a un grupo que ya está catalogado, ¿no han caído en el mismo pecado de esa masa de la que tanto huyen? En mi opinión, la única forma de diferenciarte de lo común es ser uno mismo: lo que uno tiene por sí mismo, lo que le acompaña en la soledad sin que nadie se lo pueda dar o quitar, es mucho más importante que todo lo que poseemos, aparentamos o somos a los ojos de otros.
Tienes toda la razón, Álvaro. Su comportamiento es completamente paradójico. Si supiesen algo de los hipsters de los años cuarenta, tal vez empezasen a etiquetarse de otra forma.
[…] que hay otro mundo más allá de los meramente establecido en el mundo del automóvil; un hipster de cuatro ruedas que quiere convertirse en el precedente de una nueva […]