Red bull tiene como finalidad ganar dinero y es curiosa su forma de conseguirlo. Es una de las compañías que más partidas de gasto tiene en publicidad y tal y como se puede observar en sus cuentas anuales, para ellos no es quemar dinero. La fuente de ingresos llega, en parte, por la publicidad que da a conocer la bebida energética.
Buscan alinear los eventos en los que participan con la estrategia competitiva de la empresa, que no es otra que revitalizarte en momentos en los que necesitas estar con los ojos bien abiertos. Ya conoces muchas de las campañas que realizan a lo largo de los cinco continentes y sin duda alguna, el patrocinio con la escudería de Formula 1 también busca amortizar la alta inversión.
Hace unas semanas se pudo ver el coche con el que ganaron el mundial de constructores y con el que Sebastian Vettel se alzó con el campeonato en la nieve. Hoy, han querido ir más allá y mostrar la fuerza del motor V8 que tenía por aquel entonces. ¿Medirlo contra qué? Nada más y nada menos que varios jugadores profesionales de rugby.
El Formula 1 de Daniel Ricciardo se las ve con un equipo de rugby
Parece que este deporte está de moda. Si el otro día pudimos ver como un BMW M3 F80 jugaba a ver quién conseguía colar balones lanzados por profesionales de la selección inglesa por las ventanillas, hoy podemos disfrutar de una batalla entre los cerca de 1.000 CV de potencia de un Formula 1 y un equipo formado por profesionales de este deporte de contacto.
El piloto encargado de estar a los mandos del bólido de competición es Daniel Ricciardo. Entre ambos equipos hay una plataforma con todo lo necesario para garantizar la seguridad de las dos partes. La plataforma está dispuesta para que tanto el formula 1 pueda maniobrar sin problemas como para que el equipo de rugby pueda tirar sin sufrir ninguna herida.
La base de la competición es sencilla, consiste en hacer el juego de la soga al revés. En vez de arrastrar al equipo contrincante hasta tu posición, debían desplazar hacia atrás al oponente. En las imágenes no se puede observar cual es el vencedor pero la rivalidad sí que se palpa desde el primer segundo. Pese a que en un primer momento el coche de competición parece tomar ventaja, instantes después el equipo de rugby volvía a recuperar lo perdido.
A favor del formula 1 hay que decir que las condiciones de la prueba no eran las mejores. Mientras que el equipo de rugby estaba asentado en una superficie embarrada, perfecta para los tacos de las botas, el bólido tenía que conformarse con una pista de gravilla que no tenía la adherencia y el agarre que debería esperarse para que pudiese garantizar una batalla en igualdad de condiciones.
Pese a todo ello, una cámara sensible al calor muestra en varias ocasiones la alta temperatura que están algunas partes del interior del vehículo y el suelo tras el rozamiento de los neumáticos. Una vez más, Red Bull vuelve a la carga y nos deleita con una más de sus muchas campañas de publicidad relacionadas con el motor.