En este estado está la revolución china que cambiaría la movilidad en las ciudades

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Hace unos meses surgía una noticia que podría cambiar la forma que tenemos al movernos por la ciudad. El proyecto Transit Elevated Bus se presentaba como la última tecnología que permitiría el transporte colectivo con el coste más bajo de los que actualmente soportan el autobús o el metro.

Todo ello con una inversión que podría ser mucho menor que la que tendría que realizarse en caso de construcción y adecuación de la infraestructura necesaria para la producción de la catenaria del metro. Parecía muy sencillo todo, ¿verdad? Tenía truco. Todas aquellas medidas que parecían que iban a revolucionar el transporte han quedado en nada, por el momento.

¿A qué se debe? ¿Dónde está el proyecto que echó a andar sobre una estructura de raíles en el que la plataforma se deslizó entre el tráfico por una distancia total de 300 metros? Todo lo que estás deseando saber del por qué de la no inversión en el Transit Elevated Bus lo podrás encontrar a continuación.

Qué ha fallado en el desarrollo de un macroproyecto de inversión

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Precisamente la falta de dinero es el motivo principal del por qué no se ha llevado a término. Desde su aparición ante los medios, allá por agosto de este año, ha permanecido en la especie de hangar que cubría la estructura, es decir, apenas cuenta en el odómetro con un total de unos 300 metros recorridos.

Estaba principalmente ideado para el transporte colectivo de las grandes ciudades. De hecho, su principal mira era el mercado asiático pero no ha conseguido alcanzar el capital mínimo necesario para su puesta en funcionamiento.

El principal motivo es que ningún inversor ha querido invertir en una estructura que incumplía algunas de las medidas de seguridad incluidas en las normativas de los países potenciales en los que podría operar. La realización de una serie de modificaciones aumentaría considerablemente el coste de la inversión, no sabiéndose si podría amortizarse en el futuro.

El diseño de la plataforma albergaba una capacidad para transportar hasta unas 1.200 personas a la vez pero había un principal problema en el diseño de la estructura, las medidas que daban paso a la circulación de vehículos no tenían cabida para los vehículos más grandes.

El estado actual de la plataforma podría calificarse como abandonada ya que apenas hay un par de guardias custodiándola. Mientras tanto, las autoridades han estado contactando con la compañía que llevó a cabo la fabricación del mismo, no habiendo atendidos las sucesivas peticiones que se han hecho hasta el momento.

Finalmente, otros de los problemas de fabricación que han hecho huir a los business angels han sido el peso extra de la estructura y la falta de una garantía que permita el retorno de la inversión. De hecho, se está especulando que en la prueba que maravilló al mundo utilizó ruedines en vez de raíles, algo que pondría en jaque la viabilidad del proyecto.

Sin duda alguna, todo hace pensar que aún quedan muchas etapas por cruzar para ver si esta es la alternativa real en el transporte colectivo en las grandes ciudades.

Archivado en Ciudad, Plan de Movilidad, Transporte público
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