Si has tenido la suerte de poder haber valorado la compra de un coche, habrás podido que en el catálogo del mismo siempre aparecerá la lista de todo el equipamiento de serie y opcional que trae. Que si calefacción en los asientos, que si Head Up Display, que si llantas de un mayor tamaño, etc. Todo eso está muy bien, pero realmente, ¿asesoran bien en el concesionario o de verdad es necesario tantos paquetes con equipamiento, en muchos casos, extraño?
Según los resultados de un estudio reciente denominado JD Power 2015 Driver Interactive Vehicle Experience Report, el 20% de los nuevos propietarios de automóviles nunca han utilizado 16 de los 33 aparatos considerados. Es decir, según estas conclusiones podría decirse que han adquirido un automóvil con un sobreprecio que se podrían haber ahorrado si hubiesen prescindido de esas opciones.
El hecho de que este 20% no utilicen la mitad de los elementos que se han tenido en cuenta para la valoración puede deberse a diferentes causas. En primer lugar, podría ocurrir que se desconociese que existían algunas de las funciones con las que contaba. Además, podría llegar a ser entendible. Si una persona ha pasado los últimos 15 años de su vida con un coche, obviamente no incorporaba todo lo que ofrecen hoy. Esto, por descontado, debería haber sido explicado por el comercial que se encargó de esa venta.
Un segundo caso podría deberse al afán de venta de los empleados en puestos comerciales. Los resultados se basan por objetivos y, en este sector, deben salir adelante mes tras mes. Por ello, dada la parte retributiva variable, si se consigue adherir a la factura unos cuantos euros de más, mejor. En esta situación, no siempre se explica el producto para que se adapte mejor a las necesidades del cliente potencial, sino que se le comentan las bondades que le ofrecerían algunas opciones que difícilmente utilizará en el futuro.
Por último, otro de los posibles motivos, puede deberse a la falta de costumbre en el manejo de aplicaciones por parte del propio propietario. ¿Conoces a alguien que lleve instalado un GPS de 1.000 euros y lo haya gastado un par de veces? No sería la única persona pero sería conveniente recordarle cuanto ha tenido que desembolsar por ese extra. Si nos paramos a pensar en quien podría ser el cliente que más coches compra y de segmentos premium, obtendríamos que el público más maduro estaría inmerso en el primer puesto por tónica general. Si a ello le sumamos que no pertenecen a lo que conocemos por ‘nativos digitales’, se llega a la conclusión de que hay un gap de población que no saben usar aplicaciones para el coche, ni siquiera manejar los sistemas operativos de Apple y Android.
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Habría que hacer una reflexión a la hora de pagar grandes sumas de dinero por un coche. ¿Es necesario cargar hasta los topes de extras para decirle al vecino que tienes un full equip? El ahorro es considerable, tanto en términos de seguro como a la hora de mirar tu cuenta bancaria y posibles averías en el futuro.