Como en muchos sectores, al preguntar sobre qué estilo de coche le gusta más a alguien, habrá un grupo que defienda el típico modelo americano con motor ‘gordo’ y en cambio, también puede ocurrir que se prefieran los automóviles europeos. Obviamente, no hay que olvidarse de los coches asiáticos y, en especial, de los japoneses pero de siempre se ha producido una comparación entre estos dos continentes.
Así pues, si te encuentras dentro del primer grupo, la noticia y mejor dicho, el vídeo, te interesa. Si por otro lado eres de los que prefieres las marcas europeas, también debería importarte ya que esto que vas a ver podría pasarte en cualquier momento. Para ponerte en antecedentes, en Freno Motor explicamos en su día qué hay que tener en cuenta a la hora de controlar lo relacionado con los neumáticos. Es más importante de lo que podemos pensar y, viendo las siguientes imágenes del precioso Ford Mustang, seguro que haces un esfuerzo y las tendrás más en cuenta.
reventón de rueda de un Ford Mustang
Ante todo, al conductor no se le puede culpar de haber subido a ese banco de potencia el Ford Mustang. El motor V8 de 5 litros que hay debajo de ese capó se merece de vez en cuando un apretón para que se desfogue. De lo que sí que habría que comentarle alguna cosa es del estado de los neumáticos. Es cierto que hay muy poca información al respecto y, por tanto, no se puede hacer un juicio en contra del estado de las gomas pero a decir verdad, ¿No está capacitado este muscle car para rodar a 240 km/h?
Es cierto que eso es una velocidad endiablada pero estamos hablando de un coche que debería ser capaz de aguantar un mínimo espacio de tiempo rodando al límite. Sin embargo, tras dar el máximo y soltar el acelerador, la situación se tuerce. Un tremendo estallido provoca que la cámara que filmaba las imágenes gire la trayectoria, no dejando ver con nitidez lo que ocurre en el eje trasero aunque por el sonido, puedes imaginártelo.
Tras unos planos realizados desde diferentes tomas en los que se graba una nube de humo, se recupera la imagen más esperada, la del estallido en cámara lenta. Viendo esos segundos, uno puede hacerse la idea del tremendo susto que se llevaría la persona que está en las inmediaciones. Por suerte, ninguno de los componentes de la carrocería y restos de la goma le golpea.
Sabiendo que no ha habido que lamentar ningún daño físico, es bueno volver a ver las imágenes de este banco de pruebas para darse cuenta de los daños que ha ocasionado el estallido del neumático. Sin poder determinar si el sistema de frenos ha sufrido algún problema, lo cierto es que la compañía aseguradora no se va a poner nada contenta cuando vea lo que ha sucedido. A esta unidad le espera alguna que otra semana en el taller para ‘dejarlo’ como estaba antes del estallido.
No será fácil pero al menos no ha habido que lamentar heridos en lo que de haberse dado en la vía pública hubiese acarreado un más que probable accidente con graves consecuencias para el conductor y pasajeros domo para el resto de usuarios de la vía.