En Freno Motor no sueles ver imágenes relacionadas con animales. Es muy poco frecuente pero sin duda alguna, la historia que aparece a continuación se merecía unas líneas por todo lo que simboliza.
Estamos acostumbrados a ver como la maquinaria pesada industrial, ya sea mediante excavadoras gigantescaso camiones de unos cuantos metros de altitud y anchura, desfigura muchos parajes naturales con el único propósito de extraer minerales de una cantera improvisada o la meta de convertir esos terrenos en suelo urbanizable.
Es una realidad, rompen con todo el ecosistema al intentar transformar una parte del lugar en algo artificial. Sin embargo, a veces se produce alguna que otra excepción. Esta historia tiene como protagonistas a un ciervo y a una excavadora que estaba trabajando un lodazal.
Ciervo que consiguió escapar de una muerte segura gracias a una excavadora
Este terreno lleno de barro y lodo se comporta de forma muy parecida a lo que ocurre con las arenas movidizas. Cuanto más se quiere uno escapar, más se hunde por sus movimientos exagerados. Esto es lo que le estaba sucediendo al ciervo protagonista. Conforme más intentos hacía por escapar, mayor dificultad encontraba para seguir llevando a cabo su huida.
La excavadora, la cual estaba moviendo toda la tierra de alrededor, se dio cuenta de que el pequeño mamífero estaba en apuros, por lo que decidió dejar a un lado las maniobras que le habían encomendado para dedicarse de pleno al rescate del animal.
De esta forma, con mucho cuidado, fue eliminando capas del lodazal que había en las inmediaciones con el único objetivo de evitar un ahogamiento de la criatura. Una vez que lo hubo conseguido, con una sangre fría envidiable, cargó la pala con el animal y unos cuantos kilogramos de peso en lodo y barro.
Tras depositar toda carga en la tierra que no tenía restos de esta mezcla, el joven ciervo pudo liberarse completamente, dando muestras de un estado de salud óptimo para comenzar su propia escapada.
Esto confirma la teoría de la exactitud con la que las excavadoras y este tipo de vehículos industriales usan sus palas y picos en el día a día en canteras, obras públicas de gran envergadura y cualquier edificación. Es lógico, cualquier movimiento en falso podría dar paso a un vuelco o un accidente de graves consecuencias dados los increíbles volúmenes en peso con los que trabajan normalmente.
Este ejemplo, sin embargo, no quita el profundo daño que este tipo de vehículos ejercen en los ecosistemas de medio mundo. Los intereses políticos y económicos, muy a nuestro pesar, siempre se han situado por encima de los naturales. De esta forma, gran parte de los parajes naturales se han visto afectados por la concesión de licencias para poder operar en ellos con este tipo de maquinaria.
Al menos, en esta ocasión, se ha podido ver que el resultado ha sido muy diferente, el rescate de un ciervo que, bien por cansancio y agotamiento, o bien por asfixia, no se hubiese podido librar de la muerte sin la actuación de la maquinaria pesada.