SÃ, tenemos la enésima persecución protagonizaba por la policÃa y un misterioso delincuente en Estados Unidos. A diferencia de las que han ocurrido en los últimos años, esta tiene algunos componentes que la hacen extremadamente peculiar y extraña. A modo de pista… Incluye acción, tecnologÃa y niños, todo mezclado.
Una de las última intervenciones que la policÃa ha tenido que atender ha sido protagonizada en el Estado de Texas. Una llamada de socorro alertando de un supuesto secuestro de unos nietos a acabado por acaparar los medios de comunicación por lo curioso que ha sido todo el caso.
El caso más famoso del sistema OnStar permite detener a un niño en una persecución
Todo comenzó cuando una mujer, abuela de dos niñas, vio que su vehÃculo, el cual lo tenÃa estacionado en la puerta de su casa, habÃa desaparecido. Instantes después vio que tampoco habÃa rastro de sus dos queridos nietos por lo que inmediatamente después llamó a la policÃa.
Por supuesto, dio la descripción detallada del vehÃculo -un Chrevrolet Cruze-, y cómo eran las niñas a grandes rasgos. Al momento, todo un operativo salió en busca del automóvil para dar caza al raptor de los nietos.
Uno de los guardias que fueron alertados vio como un vehÃculo que coincidÃa con la descripción que le habÃan aportado le adelantaba a toda velocidad. Dio la luz de alarma y asà es como una serie de patrullas se pusieron manos a la obra para dar caza al sospechoso.
En uno de los intentos de desestabilizar el automóvil comprobaron que quien realmente conducÃa era la nieta de la mujer que alertó a la policÃa, de 12 años de edad. Seguidamente, ante las continuas negativas de ésta para detener el vehÃculo, el cuerpo policial decidió llamar al servicio que ofrece General Motors en sus vehÃculos, el sistema OnStar.
Al momento, el automóvil objetivo de captura comenzó a tener restricciones en la potencia, algo que facilitó las tareas para detener el vehÃculo infractor. Asà pues, puede decirse que el holding tuvo una fuerte implicación para evitar que un accidente pudiese poner en peligro a los ocupantes del vehÃculo, de 12 y 5 años, asà como al resto de usuarios de la vÃa.
Pese a que no hubo que lamentar la pérdida de vidas humanas ni tampoco la presencia de heridos en la huida, sà que se dejó atrás todo un reguero de daños materiales. Tras la detención de la menor, y a expensas de un dictado emitido por el juez, podrÃa tener una sentencia que le obligarÃa al pago de una multa de 30.000 dólares y la permanencia de un tiempo en un centro de menores.
Por otro lado, las alegaciones de la joven de 12 años son más bien ridÃculas. Según ha afirmado después de la escena de pelÃcula, cogió el coche con el objetivo de ir a visitar a su novio, motivo que bajo ningún concepto tendrá validez alguna para el jurado que tome la decisión de la pena.
Asà es como ha terminado una persecución que se prolongó durante varios minutos y durante un total de 60 kilómetros. Seguro que ya se ha arrepentido de toda la repercusión que podrÃa tener para ella y toda su familia.