En muchas ocasiones se han visto creaciones de lo más variopintas sobre la base de coches originales. Suelen conllevar principalmente modificaciones a nivel estético, aunque también en el apartado mecánico. De hecho, hay fabricantes especializados en adherir packs exclusivos para mejorar las prestaciones y cambiar la estética del coche por una cuantía extra de dinero, ya sean empresas oficiales de marcas como AMG o ///M o bien, otros preparadores como Mansory o Irmscher.
Esta vez, el protagonista es un viejo Jeep Willys MB de la Segunda Guerra Mundial. Con fuerte carácter militar, es bueno recordar que tuvo un fuerte impacto en los ejércitos durante el conflicto más mortífero de la historia. Tras muchas décadas pasadas, ha aparecido de nuevo un ejemplar al que se le han modificado algunos aspectos para conseguir unas aceleraciones brutales.
Características del Jeep Willys MB preparado
El vídeo que a continuación aparece ha obtenido un número de visitas bastante significativo pese a estar en la red menos de una semana. ¿Por qué? Es obvio, no todos los días se puede disfrutar de ver la potencia que desarrolla este vehículo militar que ha estado seguramente parado durante varias décadas seguidas.
¿Cómo es posible que alcance tal velocidad en tan poco tiempo? O lo que es más significativo…¿Cómo es capaz de alcanzar alta velocidad? Gran culpa de ello es la instalación bajó el capó un motor LSx 4.2 litros V8 de bloque pequeño, además de un compresor D1 Procharger. Si a todo esto añadimos la ayuda que ofrecen dos bombonas de óxido nitroso, los resultados para un todoterreno de estas características puede ser monstruosos.
Si se pasa a la realización de un pequeño análisis acerca del vídeo, se puede ver la fuerza que tiene nada más salir de la línea de salida. Dado el par que alcanza desde el primer momento, las ruedas delanteras se levantan como si nada pese a situarse el motor bajo el capó. En ese preciso instante, se deja de acelerar para no transmitir la tracción a las ruedas traseras y que así vuelvan los cuatro neumáticos a tocar el suelo y continuar con un mejor agarre.
Una vez que el conductor mete la segunda marcha, la aceleración comienza a ser más homogénea y ‘segura’. Es importante recordar que parece que únicamente se han introducido cambios a nivel prestacional mientras que a nivel estético, únicamente se puede observar como se ha eliminado la luneta delantera y agregado unas gomas lisas conforme a la categoría de la prueba. Por otro lado, la instalación de las bombonas de óxido nitroso se ha llevado ha llevado a cabo en la parte trasera del vehículo tal y como se observa en los primeros instantes del vídeo.
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Hay que reconocer que se ha realizado un gran trabajo en la preparación del vehículo para el único fin que tiene, demostrar una fuerza de 1.000 CV en la aceleración. A partir de aquí, el resto de las modificaciones no atienden a razones lógicas, por lo que si se hubiese procedido a restaurar esta pieza de coleccionista, podría poseer un mayor valor de cara a una subasta en el futuro o simplemente, guardarlo como una reliquia por un alto valor sentimental que pudiese guardar el propietario hacia este modelo.