No hay duda que todo, o casi todo, lo que se mueve fuera de nuestro mercado nos resulta ‘exótico’. Ahí tenemos los modelos americanos, con sus enormes V8 y sus Muscle Car que tanto interés levantan aquí. Solo hay que visitar algún medio español para ver como siempre se les dedica un espacio a los ‘haigas’ yankees. Y de los modelos japoneses ya no digamos, aunque estos últimos, con sus ‘fanboys’ particulares, tienen algo que pocas veces ha recibido la atención que se merece. Ni por nuestra parte, y ni mucho menos por los ‘JDM’ españoles. Y ésto es debido a lo que en mi circulo de amistades y conocidos se denomina como ‘un pedo’. Me explico. ‘Un pedo’ de coche suele ser aquello que no es potente, no es molón, no es grande y tampoco está de moda. Lo típico vamos. Lo que pasa es que muchos de los que piensan así, se suelen perder cosas muy interesantes, porque los kei-car pueden ser ‘un pedo de coche’, pero desde luego, sorprenden en muchos casos.
¿Os habéis parado a mirar alguna vez sus fichas técnicas? ¿Y sus listas de equipamiento? Bueno, pues sigue leyendo que te voy a contar algo sobre ellos y además, te voy a presentar dos modelos que he elegido para esta ocasión. Uno ha sido presentado en 2014, en febrero y el otro, es uno de los kei-car más conocidos en todo el mundo al cual, seguramente, tu también conocerás.
El resultado de la legislación japonesa
Todos hemos visto los famosos kei-car japoneses en fotografías, pero, ¿alguna vez habéis pensado en el motivo de su tamaño? Yo, antes de ponerme a informarme para este artículo, pensaba que era por lo atiborrado de las carreteras de Japón. Por la falta real y absoluta de sitio. Pero sus inicios no fueron por eso. Los kei-car nacieron tras la Segunda Guerra Mundial, debido a la necesidad de revitalizar una de las industrias más fuertes de Japón y para motorizar a la población por un coste asumible. Vamos, algo así como el Volkswagen alemán o nuestro querido 600, pero para todas las marcas.
Estos ‘mini coches’, tienes una serie de normas que cumplir y así, beneficiarse de las ayudas fiscales que da el gobierno. Su longitud no puede pasar de 3,4 metros, la anchura debe ser un máximo de 1,48 metros y su altura tiene el límite en los dos metros. Medidas como veis, culpables de su particular estética, ya que aprovechan al máximo el espacio y para ello, las formas cuadradas son las mejores. Además, su motor no debe de tener más de 660 centímetros cúbicos con 58 CV en caso de los atmosféricos y 64 para los motores turbo como máximo.
Con esas medidas hay de todo. Desde coches ‘normales y corrientes’, hasta monovolumenes, todo terrenos, furgonetas de reparto y hasta descapotables. El motivo es que son más accesibles a la hora de la compra ya que no necesitan certificado de aparcamiento, algo que necesitan los japoneses para comprarse un coche. El seguro es mucho más barato, los impuestos son muy reducidos…
Tracción total y cambio automático
Los kei-car, dentro de su diminuto tamaño, esconden cosas interesantes. El interior se aprovecha al máximo y el totalmente modulable, usando si es necesario puertas correderas para facilitar el acceso y entran hasta cinco personas ahí dentro, aunque lo mejor de todo, está donde la vista no llega.
Que sean pequeños no quiere decir que sean ‘para pobres’, pues cuentan con toda la tecnología moderna. No faltan los asistentes a la conducción como los controles de estabilidad, acceso y arranque sin llave, navegador, frenada automática, control de crucero… y por si te parece poco, tracción total y cambio automático.
Pero no acaba todo ahí. También montan llantas de aleación ligera, luces LED, tapicería de piel o inserciones de fibra de carbono entre muchas cosas más.
Ejemplo 1: Nissan Dayz Roox
Sirva como ejemplo de un típico kei-car este modelo, el Nissan Dayz Roox, presentado a comienzos de 2014. Fíjate bien en él, en sus formas; ¡¡Es más alto que ancho!! Visualmente resulta un poco chocante, pero tiene su lógica. Al tener unas medidas tan compactas, necesita aprovechar al máximo el espacio disponible así que la mejor forma es usar lineas rectas, que permiten ofrecer un habitáculo relativamente espacioso, sobre todo a lo alto. Y eso que los japoneses son mas bajitos que los europeos.
Pero que sea extraño visualmente, al menos para la gente que no estamos acostumbrados a ellos, no quiere decir que sea un coche ‘pobre’ o de gama baja. El equipamiento de este modelo en cuestión no desmerece. Cuenta con sistema de frenada automática en ciudad, visión 360º, asistente de aparcamiento (increíble pero cierto), acceso y arranque sin llave, cámara trasera o control de velocidad por poner algunos ejemplos. Destacar por encima de todo eso, unos cristales especiales que filtran el 99% de los rayos UV.
La mecánica cuenta con dos versiones: atmosférica de 52 cv y turboalimentada de 64 cv. Siempre con cambio automático CVT (variador continuo) y la posibilidad de equipar tracción delantero o tracción total.
Ejemplo 2: Daihatsu Copen Robe
Como segundo ejemplo de kei-car, el Daihatsu Copen es perfecto. Perfecto porque sigue siendo un kei-car típico pero además, representa el lado lúdico y deportivo de estos coches tan característicos. Por supuesto, es el más conocido de todos los kei-car y aparece en algún vídeo juego que otro. No obstante, si lo vendieran en España, creo que me lo pensaría detenidamente porque tener un coche urbano no quiere decir, que tengas un coche feo o poco emocionante, ¿Verdad?
Realmente, no se hasta que punto puede ser emocionante con un motor turbo de 64 cv, único disponible para el Copen, pero al menos equipa cambio manual de cinco relaciones con el CVT en opción y según la firma, consume 3,9 litros a los 100 km de media. Gasolina, no diésel recordad. Además, solo está disponible con tracción delantera.
El Daihatsu Copen Robe se presentó en julio de 2014 con un equipamiento que al igual que el Nissan Dayz Roox, no desmerece. La capota es eléctrica, incorpora luces diurnas y cortas LED, llantas de aleación de 16 pulgadas, control de estabilidad, acceso y arranque sin llave, o un diferencial autoblocane LSD para la versión equipada con cambio automático.