Cuando uno acude a un concesionario decidido a la compra de un automóvil concreto sabe que lo más probable es que le toque esperar varias semanas hasta tener las llaves de su nuevo modelo. Fabricar su coche con las características especificadas y su traslado desde la factoría requiere un determinado periodo de tiempo.
Pero lo de Koenigsegg se sale totalmente de lo común. Imagina que dispones de unos cuantos ceros en tu cuenta corriente y estas decidido a pagar la abultada cifra exigida por el fabricante sueco para una de sus joyas. Pues bien, no esperes tener tu flamante Koenigsegg en el garaje antes de cuatro o cinco años.
Este es el increíble plazo de entrega que el fabricante esta dando a sus nuevos clientes. Ha sido el propio fundador de la marca, Christian von Koenigsegg, quien ha confirmado la tarea imposible de entregar, por ejemplo, un Agera RS o un Regera a su nuevo propietario antes de 2021.
Una fábrica pequeña y un proceso artesanal
Pero, ¿a qué se debe un plazo de entrega tan exagerado? Uno puede pensar que una firma como Koenigsegg no debería recibir demasiadas peticiones de clientes interesados en sus superdeportivos. Pero la realidad dice lo contrario. Las solicitudes y ventas de la marca sueca no para de crecer y en su pequeña factoría no dan abasto.
Y es que el proceso de creación de un Koenigsegg es totalmente artesanal. Si a esto le unimos que la capacidad de producción de su fábrica es de 25 coches al año cada vez resulta más lógico un plazo de entrega tan llamativo.
Pese a ello y como decíamos anteriormente, las solicitudes de compra de superdeportivos Koenigsegg han experimentado un crecimiento notable y a los interesados parece no importarles demasiado esperar varios años a cambio de tener las llaves de alguno de los coches más exclusivos del mundo.
