Robar un coche, teóricamente, es más difícil con el paso de los años. La seguridad se ha mejorado para evitar que los ladrones puedan hacerse con sus ‘piezas’ favoritas. Aún así, tal y como dice el dicho ‘hecha la ley, hecha la trampa’, los cacos saben ingeniárselas para acabar manteniendo su habilidad para delinquir.
En Estados Unidos, más concretamente en Houston, la policía ha dado con un grupo criminal organizado que estaba especializado en robar unos modelos determinados de vehículos, siendo éstos pertenecientes a Jeep y Dodge en su mayoría. ¿Cómo lo han descubierto y por qué se les ha relacionado con cada una de las demandas impuestas?
Unos hackers vuelven a ser relacionados con la compañía Jeep
Esta banda operaba en la ciudad más grande del Estado de Texas, Estados Unidos. De hecho, se les ha podido imputar todos los delitos relacionados con el robo de vehículos de Dodge y Jeep por estar situados dentro de un perímetro determinado. Tras analizar una cámara de videovigilancia que pasó desapercibida para el ladrón, se ha podido constatar que lo que se creía como un simple robo usando un método tradicional se ha convertido en algo mucho más planificado.
En las imágenes se puede observar cómo el protagonista va cargado con un portátil, el cual lo conecta al sistema que incorpora el vehículo, un Jeep Wrangler en este caso. Pese a que la grabación es en blanco y negro y no contiene sonido alguno, se distingue que la alarma se ha accionado en cuanto ha notado que se ha forzado la puerta.
Sin embargo, lo curioso llega cuando de repente dejan de iluminar los warnings y ver cuál ha sido el motivo. Al conectar un portátil que incorpora el ladrón y conectado al sistema interno del todoterreno, éste queda a merced del hacker. Por si fuese poco, desde el mismo automóvil acciona el contacto y abandona el lugar en el que su feliz propietario lo había dejado hacía solamente unas horas.
Esto no hace más que corroborar que la seguridad aún está en entredicho en cuanto a la conectividad del mismo. Hace poco más de un año saltaba la alarma, un Jeep Grand Cherokee había sido hackeado por dos especialistas, los cuales informaron a la compañía acerca de cuál había sido el bug que había permitido el acceso a éstos.
Más recientemente, el propio grupo FCA ha llevado a cabo un plan para remunerar a todos aquellos que sepan de buena tinta cómo ‘colarse’ en sus propios sistemas de seguridad para controlar un coche, ya sea remótamente como desde el interior del coche.
Es lógico, si no puedes con tu enemigo únete a él. Ahora bien, diversos casos como los que han tenido lugar en esta población de Estados Unidos no hace más que corroborar que aún falta un tiempo para poder creer que la última tecnología es válida para evitar cualquier problema de este tipo.
¡Qué decir ya de la conducción autónoma! El punto más llamativo de la política de inversión que quiere llevar a cabo Elon Musk y la gran mayoría de los fabricantes choca con barreras como la seguridad, la ética ante un accidente o el placer de la conducción.