En Japón, a menudo, pueden verse multitud de historias extrañas que tienen alguna relación con el sector del automóvil. Puede que no sean del mismo calibre que lo que ocurre en Rusia, pero tampoco se quedan muy atrás. Es un país de tendencias, las cuales se viralizan muy rápido y se extiende a un sector de la población. Obviamente, el país asiático no es una excepción en cuestión de desigualdad y como tal, hay una cuantas fortunas que no saben cómo gastarse el dinero de sus cuentas bancarias de muchos ceros.
Como la inmensa mayoría de las familias ricas del mundo, las japonesas se dan algún que otro capricho que bien podría valer el sueldo de una persona de a pie durante toda su etapa laboral. Estos derroches al más puro estilo Dan Bilzerian son, en ocasiones, extravagantes y un tanto curiosos. En el terreno de los automóviles, parece estar de moda tunear los coches con un toque friki y diferente a lo que estamos acostumbrados a ver y, lo mejor de todo, es que no son de gama baja o media, sino que estamos hablando de auténticos superdeportivos de la talla del Lamborghini Aventador y Gallardo.
¿Con qué Lamborghini te quedas?
En el mundo del tuning hay diferentes tipos de preparaciones, de las cuales, hay que afectan tanto al nivel estético como mecánico. Mansory o Ares Design son algunos de los ejemplos más claros pero también existen otros que siguen la misma línea que los anteriores.
En el vídeo anterior se puede observar cómo es un parking en una ciudad del país nipón. No es el mismo estilo que lo que ocurre en la tercera película de la saga 2 fast 2 Furious, pero sí que aparecen coches de un valor desmesuradamente alto. De hecho, además de los cuatro protagonistas del vídeo, aparecen varias unidades del Rolls-Royce Phantom, Lamborghini Gallardo y algún que otro Mercedes SLS.
Pese a que todos estos son espectaculares, nada tienen que ver con los cuatro Lamborghini que no dejan a nadie indiferente. Se podrían catalogar como el multicolor gracias al color de la pintura que cambia según el reflejo que reciba, el Aventador con espíritu militar, el que lleva una calavera graffiteada en el capó y el que parece haber salido de la selva por parecerse mucho a los dibujos de la piel de los leopardos.
Para alguien que no sabe como distinguirse y quiere llamar la atención, estos cambios son perfectos. Únicamente basta con darse una vuelta por Tokio con cualquiera de los cuatro para salir en los medios de comunicación principales del país y quien sabe si del mundo. Se desconoce si a nivel interno contrastará lo efectuado en la estética exterior. Lo que sí que es cierto es que no se considerarán como auténticas reliquias por el hecho de haber desfigurado de esa forma el diseño original de la entrega de estos superdeportivos italianos.
Cada uno elige cómo y hasta donde llegar en el mundo del tuning pero por el bien de estos coches, esperemos que no se repita esta serie de diseños tan horteras. Sin embargo, siempre habrá alguno capaz de hacer auténticas barbaridades en el sector.
