Lewis Hamilton ha crecido mucho como piloto en los últimos años. Sin embargo, ha sido el paso de las temporadas lo que le ha dado la madurez suficiente como para saber competir dentro de la escudería y contra el resto de pilotos de la parrilla.
Si hay alguna cualidad que más llama la atención del piloto inglés es su competitividad cuando se encuentra en el interior de la pista. Es uno de los más agresivos en términos automovilísticos y esto es así desde que comenzó en la Formula 1 en el año 2007.
Cuando ya llevaba un año en la escudería McLaren, le dijo a su jefe, el histórico Ron Dennis, el mandamás a nivel del equipo de competición, que debía entregarle un coche si ganaba el mundial. ¿Crees que eligió el modelo más prestacional por aquel entonces en producción? No, se refería a uno de los más espectaculares que jamás han sido fabricados, el McLaren F1 LM.
Lewis Hamilton preguntó a Ron Dennis por su obra maestra
Corría el año 2008 y el bólido de competición McLaren era el que contaba con la mejor estabilidad, además de ser uno de los más fiables del campeonato. Al comienzo de la temporada, Lewis le sugirió a su jefe Ron si le podría entregar el increíble prototipo inicial del posterior McLaren F1 LM, un modelo del que únicamente se producirían un total de 5 unidades.
Lo más curioso es que el mismo Ron Dennis había sido la persona que estuvo al frente del proyecto cuando éste fue producido. Podría decirse, con otras palabras, que él fue el padre de uno de los automóviles más emblemáticos de la historia del automovilismo.
El señor Dennis le contestó que para que aquella situación pudiese darse antes debían darse dos condiciones; Lewis debía ganar el título y McLaren debía hacerse con el Mundial de Constructores.
¿Recuerdas qué es lo que ocurrió por aquel entonces? El famoso piloto británico se hizo con el título a nivel de pilotos pero el galardón que premiaba a los fabricantes se lo llevó Ferrari. ¿Conclusión? No se le entregó el coche al final del año.
Ahora bien, en caso de que se hubiesen producido ambas casuísticas, ¿cómo habría sabido Lewis Hamilton de que el coche de sus sueños, de color anaranjado, no era más que una copia calcada? Ron Dennis le dejó que hiciese una pequeña marca en el lugar que solo él supiese con el objetivo de que éste estuviese seguro que no se tratase de otra unidad.
Y bien, ¿por qué era tan importante la versión LM? Principalmente por dos cuestiones. Por una parte, contaba con un equipamiento superior y contaba con mejoras para aumentar las prestaciones del modelo original. Por la otra, contaba con la estricta homologación para circular por la vía pública, algo con lo que no contaba, por ejemplo, el GTR.
Así es como actualmente, si visitas el museo de la compañía de Woking, sí que verás un trío formado por la versión GTR de competición, el one off LM y el ‘básico’, un modelo que cotiza a estas alturas en unos cuantos millones de euros.
