Haciendo un pequeño repaso a las siglas que las compañías suelen utilizar, uno se encuentra que la división SUV de Audi comienza siempre por Q o que la de BMW por X. Las compañías siguen un patrón siempre a la hora de registrar sus automóviles con el objetivo de potenciar una imagen de marca alrededor de una misma gama.
La empresa que llegó más tarde al mercado pero que lo ha hecho por todo lo grande es Tesla Motors. La compañía estadounidense, fundada por el mismísimo Elon Musk, escogió la palabra Model como la base para nombrar sus futuros modelos a partir del año 2011, cuando el Roadster dejó paso, un año más tarde, al Model S, el vehículo que ha catapultado a la compañía al panorama internacional en la industria del automóvil.
Recientemente y, tras muchas especulaciones, presentaron el Model 3 con una innovación que podría tener su repercusión a nivel mundial, un sistema de reservas con el que batieron todos los récords de precocidad en ventas. Ahora bien, ¿realmente querían llamar Model 3 al último modelo de acceso a la gama?
El verdadero motivo del por qué no se pudo utilizar Model E
Haciendo un pequeño repaso a los modelos con los que ha cautivado el mercado, Tesla tiene en producción tres vehículos diferentes ateniendo a tres segmentos, berlinas de representación con el Model S, crossover con el Model X y berlina intermedia con el Model 3. Algo choca, ¿verdad? Lo lógico sería encontrar una letra en el último automóvil presentado por la empresa de Palo Alto.
Pues bien, el motivo fue la anticipación por parte de Ford en el registro del nombre. El culpable ha sido un automóvil producido sobre la imagen de un Focus convencional que podría salir al mercado con tres diferentes tecnologías, una híbrida, otra híbrida enchufable y una última híbrida enchufable.
Este coche sería puesto en el mercado de aquí a dos años vista con el objetivo de asaltar el mercado de los vehículos eléctricos, cada vez con un mayor crecimiento en prácticamente todos los países desarrollados, principal fuente de ingresos para la compañía.
Para entonces, otras compañías se habrán lanzado al mercado con el objetivo de valorar la rentabilidad de producción de este tipo de vehículos alternativos. En relación a las infraestructuras, habrán mejorado considerablemente, ya sea con soluciones que afecten a la eficiencia en la conducción en el ámbito urbano como la disposición de puntos de recarga en muchos más lugares.
Actualmente, pese a que no se han tenido muchas noticias de la oferta de Ford en el segmento de vehículos eléctricos, posee una opción que aporta un total de 150 kilómetros de autonomía sin emisiones contaminantes. Teniendo otras opciones como el Nissan Leaf lo lógico era pensar que no cuajaría en el mercado. Efectivamente, así ha sido por lo que una nueva apuesta más competitiva podría mejorar los resultados de esta división.
A decir verdad, la compañía con sede en Palo Alto no es la primera vez que sufre por un adelanto de alguien a la hora de registrar un nombre. Para entrar en China ya tuvieron que lidiar con una persona que había comprado el dominio un tiempo atrás, quedando el pleito en el pago de una cuantía para poder continuar usando ‘Tesla’ en el país asiático.