Nuestro protagonista de hoy podría haber sido perfectamente el conductor del vídeo del Bugatti Veyron a 370 kilómetros por hora que hace poco te mostramos. En este caso no ha llegado a una velocidad tan elevada, pero se ha quedado en unos alucinantes 325 kilómetros por hora. Todo parece normal si tenemos en cuenta que hablamos de un superdeportivo de más de 1.000 CV, pero no lo es tanto cuando descubrimos que al volante se encuentra un crío de… ¡sólo 13 años!
Steven Aghakhani es el nombre de este joven piloto que seguramente ya ha batido más de un récord de precocidad. Y no se trata del hijo de ninguna familia adinerada que le ha concedido el capricho de ponerse al volante de uno de los coches más rápidos del planeta. Steven se ha ganado sus logros el solito.
Steven Aghakhani apunta maneras
Desde los 7 años compite en karting y a sus 13 años ya acumula una experiencia dilatada en la competición. En estos momentos Steven realiza un intenso entrenamiento con Michael Essa, campeón de Fórmula Drift, con un objetivo claro: poder participar en el Lamborghini Super Trofeo y competir con los mejores. Eso sí, aunque parezca que este joven talento ya está preparado, aún tendrá que esperar un tiempo a tener la edad mínima legal para poder inscribirse.
La hazaña de ponerse en estos momentos a los mandos de un Veyron a más de 300 kilómetros por hora tiene un doble objetivo. Por un lado conseguir un poco de publicidad de cara al futuro y que su nombre comience a sonar con fuerza en el mundo del automovilismo, algo que nunca viene mal. Y por otro, superar su propio récord de velocidad.
Y es que hasta la fecha Steven Aghakhani tenía su marca situada en 200 millas por hora (poco más de 300 kilómetros por hora). El récord no ha sido pulverizado, pero las 202 millas por hora alcanzadas con el Bugatti Veyron durante la celebración del S3ctor Pikes Peak Airstrip Attack en Colorado, Estados Unidos, son suficientes para batir su registro.
En el vídeo podemos ver al pequeño Steven observar e incluso subirse en algunos superdeportivos de la talla del Porsche 918 Spyder sin inmutarse. Como el que se sube a un coche que contempla todos los días en la calle.
No sabemos si en un futuro escucharemos el nombre de Steven Aghakhani en alguna de las competiciones más importantes del panorama automovilístico, pero lo que sí es cierto es que el chico apunta maneras.