Subir leva, bajar leva, controlar sistema de suspensiones, acelerar, frenar… Muchas cosas son las que debe hacer un piloto de Formula 1 a la vez para lograr un gran tiempo en vuelta mientras tiene a su equipo dando órdenes desde el pit lane. Todo ello requiere un nivel de concentración muy alto dado que a 300 km/h es muy importante tener todo atado.
¿Te has preguntado alguna vez qué es lo que realmente mira cuando está rodando a velocidades increíbles? ¿Qué decir de los retrovisores? Muchas preguntas acerca de lo que ven los ojos de un piloto profesional van a ser resueltas en un experimento que se ha llevado a cabo recientemente en el equipo Force India en colaboración con el medio de comunicación Sky Sport F1.
Tiene como protagonista al alemán Nico Hulkenberg y trata de mostrar cuáles son los puntos focales en los que más incide la vista de un piloto con una trayectoria en el mundo de la competición de primer nivel. Solo la tecnología de unas gafas con reconocimiento visual han hecho posible la consecución de esta prueba. ¿Qué sorpresas deparará este test?
Nico Hulkenberg se somete a un test para saber qué es lo que mira un piloto en carrera
Lo primero que se puede destacar del análisis llevado a cabo por el equipo Force India es que los pilotos profesionales tienen, tras haber experimentado horas y horas de conducción, más habilidad para asimilar la información que llega del sentido de la vista. Solo así se explica poder circular a tanta velocidad sin que los pestañeos incidan negativamente en el momento exacto de afrontar una curva o una inesperada frenada.
A modo de ejemplo, el piloto alemán tan solo necesita 100 milisegundos para saber qué es lo que ocurre detrás al mirar por el espejo. En cambio, cualquier persona ajena a los circuitos necesitaría al menos medio segundo para constatar que se puede realizar un giro a la derecha o a la izquierda sin perjudicar al coche que viene detrás.
Uno de los puntos en los que más se incide es en cómo Niko toma las diferentes curvas del trazado. Se puede observar cómo fija su mirada en el vértice de la curva en todo el recorrido de la misma.
¿Y qué decir de los reflejos que tiene a la hora de cambiar el semáforo a verde? Es obvio, la práctica hace al maestro y éste es el mejor ejemplo que uno puede tener. Comparándolo con el sonido de una pistola en una carrera de atletismo, se puede ver cómo el sentido de la vista es mucho más rápido que el del oído.
La conclusión más importante que se puede sacar es que en la competición la dominación del sentido de la vista es lo más vital y no, uno no se refiere a ver con nitidez todo lo que ocurre alrededor sino más bien saberlo interpretar todo a la perfección. El ejemplo definitivo se da en la entrada en boxes, cuando a unos 70 km/h el piloto debe reconocer al mecánico con el guante de diferente color para saber en qué punto exacto debe parar.
Nadie ponía en duda las habilidades que un piloto debe tener pero quizás era bueno recordar qué es lo imprescindible para conseguir tener las aptitudes necesarias para competir al más alto nivel.