Todos los aficionados del motor hemos soñado alguna vez con poder sentarnos en el puesto de conducción de uno de estos superdeportivos y rodar a toda velocidad en un circuito para nosotros solos. Lo que a algunos nos ha picado la curiosidad también es cómo se produce una de estas maravillas de la mecánica.
Los chicos de Jalopnik han preparado un reportaje en el que se detalla todo el proceso de producción del Koenigsegg One:1. Nosotros por nuestra parte vamos a analizar las cosas que más nos han llamado la atención del proceso, como por ejemplo el que en la fábrica donde se hace se construyen alrededor de unos 10 coches al año.
Esto es lo que hay en la parte delantera. Como buen deportivo el motor no va alojado en el vano delantero si no en la parte trasera del vehículo, esto incrementaría el tamaño de la parte delantera y pondría lastres a la aerodinámica. En su lugar encontramos unos actuadores hidráulicos que se encargan de regular las piezas de fibra de carbono alojadas en la parte inferior del vehículo para regular el “efecto suelo”.
En esta fotografía observamos el conjunto motor alojado en la parte trasera a falta de ultimar detalles. Ya se ha montado la mecánica del vehículo lo que nos facilita contemplar esta maravilla de 1.360 cv, que luchará por hacer del Koenigsegg One:1 el coche más rápido del mundo.
En detalle observamos la composición de la suspensión trasera. En el centro encontramos la barra estabilizadora compuesta de tres piezas, lo que permite una mayor variabilidad que la tradicional.
El Koenigsegg One:1 no para en detalle, como la insignia de “1 MW” en el motor, en referencia a la potencia del vehículo.
El techo se prepara en un banco por separado, posteriormente será añadido al vehículo para finalizar la producción.
Con el techo ya montado en el vehículo se pulen los detalles de carrocería y el ajuste de las lunas delantera y laterales.
Observamos dos empleados trabajando en el lateral del vehículo. La aerodinámica es esencial en un deportivo de estas características, así como la refrigeración del motor. Para ello disponemos de estas canalizaciones a ambos laterales del vehículo fabricadas, como el resto del Koenigsegg One:1, en fibra de carbono, lo que ayuda a aligerar unos cuantos kilos al peso total del vehículo.
En detalle el alerón que está minuciosamente estudiado. En movimiento variará su posición con respecto al vehículo en función de la velocidad para obtener una mayor carga aerodinámica y adherencia al asfalto.
El Koenigsegg One:1 del reportaje iba a ser mostrado en el Salón de Ginebra 2014, por lo que a falta de 48 horas para su traslado todo el mundo abandona el resto de tareas para ponerse al máximo y finalizar este modelo.
En esta imagen vemos las instalaciones donde se fabrica el vehículo. No se trata de una gran cadena de producción pero el resultado final es de calidad, como debe ser para un superdeportivo como el Koenigsegg One:1
En definitiva, el proceso de producción de un superdeportivo se trata de un trabajo minucioso en el que se invierten las horas que sean necesarias, sin escatimar esfuerzos para lograr finalmente un resultado magnífico y que cumpla con las espectativas que se esperan de él. Sin duda para los locos del motor como nosotros no supondría ningún sacrificio trabajar en una fábrica como esta.