Comprar un coche de un precio que supera el millón de euros puede estar basado en que el cliente busca obtener una ganancia en su posterior venta. Ya lo vimos con el Porsche Cayman GT4, hay gente que en cuanto ve escrita la palabra ‘edición limitada’ se lanza a por una de esas pocas unidades disponibles con tal de buscar una pronta revalorización.
Pero ahora bien, ¿qué es lo que ocurre mientras tanto? El coche debe permanecer en algún lugar que reúna una serie de condiciones y buscar un sitio apropiado no siempre es fácil. Ante esta situación, no hace falta calentarse mucho la cabeza, la respuesta es llevarlo a uno de los recintos conocidos como Robovaults, o también llamados Fort Knox. Se trata de una especie de trastero que tiene todo lo necesario para garantizarte una total seguridad para tu automóvil.
Robovaults, el trastero de los ricos para guardar sus joyas automovilísticas
Tras ver el vídeo, habrás visto una gran relación entre el sistema que utiliza esta compañía estadounidense y el que aparece en la tercera entrega de 2 Fast 2 Furious, Tokyo Race. En aquella ocasión, una especie de brazo mecánico disponía una Volkswagen Touran modificada en una plataforma para que el protagonista y su amigo se subiesen a ella. ¿Lo recuerdas? Ahora, un sistema con un cierto parecido acaba de mostrarse disponible para que cualquiera pueda guardar sus bienes más preciados sin temer a catástrofes naturales, robos o cualquier otro posible riesgo de depreciar el valor de aquello que crees que es tan valioso.
Según destacan las fuentes internas de la compañía, la estructura es capaz de soportar condiciones climáticas adversas causadas por terremotos, ciclones o huracanes. Además, posee un generador con capacidad de dotar de energía eléctrica toda la planta en caso de corte de suministro eléctrico. Así pues, durante 14 días como máximo el servicio estaría totalmente operativo bajo las mismas condiciones.
El mecanismo de uso es muy sencillo. Mediante la detección de la huella dactilar y una clave de acceso, el titular registrado puede acceder a una especie de habitación en la que pasados unos segundos se puede disponer de lo que tiene allí guardado. Solamente los empleados pueden conocer la ubicación exacta de cada uno de los bienes con objeto de mejorar la seguridad.
Prácticamente todo tipo de objetos pueden guardarse en las instalaciones. No obstante, lo más demandado es el alquiler de una parcela para guardar y proteger alguna unidad valiosa del mundo del motor. Efectivamente, en las imágenes de la reproducción se puede ver un Ferrari 599 GTB y un vehículo clásico que data de 1929, piezas que seguramente adquirirán un mayor precio conforme el mercado se aprecie.