El Rolls-Royce Phantom es el buque insignia del fabricante de automóviles de lujo. Es el máximo exponente del lujo dentro del grupo BMW pero mucho antes de ser una empresa participada, tenía modelos que guardaban los mismos valores: confort, extravagancia y exquisitez en los detalles eran sus principales argumentos de cara a la venta. Quizás, el modelo más representativo del fabricante en la segunda mitad del siglo pasado fue el Silver Shadow, vehículo del que aún hoy día hay bastantes unidades circulando por todo el mundo.
Sin duda alguna, lo que no se espera uno encontrar es una de esas unidades supervivientes de la forma en la que aparece en las imágenes que acompañan el artículo. Esta preparación consta de numerosas modificaciones sobre el vehículo original, adaptándose a las exigencias de una competición que no para de contar con nuevos adeptos, el drifting. ¿Qué han trasteado en este, llamémosle así, modelo de competición?
Rolls-Royce Silver Shadow modificado para poder ir de lado
Tal y como se puede observar en las diferentes imágenes, la estética Rolls-Royce es lo poco que se conserva del modelo original. Tanto la pintura en color mate como las llantas y cualquier otra diferencia a nivel visual son cosa del preparador. Por si fuese poco, no todo acaba aquí ya que bajó el capó continúan las modificaciones para hacer de este modelo un auténtico mastodonte del mundo de los derrapes.
Este Silver Shadow esconde un ‘corazón’ V8 de 6.75 litros de los de antaño. La principal diferencia que existe con cualquiera de los modelos originales es que la caja de cambios se ha sustituido por una de tres velocidades. A fin de cuentas, la velocidad máxima queda relegada a un segundo plano si lo que se quiere es circular de lado la mayoría del tiempo. Además, se ha agregado un nuevo sistema de freno de mano para facilitar las maniobras tan características que se producen en un derrape.
El interior, como se puede apreciar, guarda el mismo clima vanguardista presente en el modelo sacado directamente de fábrica. Lo único que desentona este estilo clásico y elegante es la contundente palanca que acciona el freno de mano, imprescindible en cualquier tanda de drift. Al menos, guarda incrustado el emblema de la compañía inglesa grabado en el pomo.
A decir verdad, esta no es la primera vez que se ha podido ver en Freno Motor a un Rolls-Royce yendo de lado. Pese a que no es el típico coche apto para utilizar este tipo de competición, los chicos de Tax the Rich ya hicieron de las suyas hace poco más de un año, cruzando el Wraith en mitad del campo en varias ocasiones como si se tratase de un coche de menos de 1.200 kilogramos de peso.
Esta práctica está ganando cada vez más un mayor número de adeptos. La gran variedad de modelos asequibles con tracción trasera en el mercado de segunda mano hace posible que con un presupuesto contenido uno pueda lanzarse a derrapar como un loco. Eso sí, para llegar al nivel de Matt Powers hay que practicar muchísimo y sobretodo, tener mucha paciencia para cogerle el truco a los pedales.