Reconocida por todos, la Ruta 66 llegó a ser una de las principales carreteras que permitían mayor prosperidad a los habitantes de los pueblos que se formaban a su paso. Sin embargo, la eficiencia de tramos de varios carriles provocó que cayese en deshuso, llegando a no estar reconocida en la Red de Carreteras de los Estados Unidos en 1985.
Aún así, todo aficionado al mundo de las dos o cuatro ruedas desearía poder recorrerla en su plenitud si se contase con el dinero y el tiempo suficiente. Pese haber perdido mucho protagonismo desde la segunda mitad del siglo XX, hay empresas que tienen puesto su objetivo en realizar mejoras en tramos con irregularidades en el pavimento.
En todo el trayecto se pueden llegar a ‘tocar’ hasta 8 Estados diferentes. Sin embargo, solo uno de ellos en un tramo más bien reducido verá una transformación que podría popularizarse a escala global en unos años. Sí, va a instalarse una carretera fotovoltaica para aprovechar la energía que la luz solar incide sobre el pavimento. ¿Qué bases tiene el proyecto?
La Ruta 66 y su modernización a su paso por Missouri
El proyecto nació hace ya seis años. En aquel momento la empresa Solar Roadways comenzó a investigar acerca de cómo podría crearse una carretera resistente y que permitiese la circulación de los vehículos durante años. La solución la encontraron en el diseño de las cajas negras de los aviones.
Utilizaron una serie de materiales extraídos directamente de este tipo de productos con el objetivo de crear una pequeña porción de lo que podría ser una carretera solar. A su vez, diseñaron una red de conexiones LED para dotar al pavimento de toda la instrumentación para poder mostrar las líneas continuas y discontinuas en cada caso.
Además consiguieron lograr que una capa térmica ayudase a disminuir las posibilidades de que este nuevo pavimento se congelase con el único objetivo de mejorar la seguridad. Una vez que terminaron el proyecto vieron que podría ser viable a gran escala por lo que decidieron comenzar una ronda de contactos con las administraciones locales de cada Estado.
El resultado es más que alentador ya que comenzará la instalación de una serie de placas solares en sustitución del antiguo pavimento asfaltado. La localidad de Conway, en el Estado de Missouri, ha sido la afortunada para la creación de este tejido.
Según los primeros rumores, las ganancias de la recopilación de la energía tendrá su principal incidencia en los vecinos que se han prestado voluntarios, siendo algo más importante destacar que parte de los beneficios irán a parar a la construcción de más tramos bajo esta tecnología.
Pese a que solamente se podrá construir una superficie de 4 x 11 metros, las obras no comenzarán hasta finales de este año. Por tanto, puede decirse que el año que viene servirá de punto de partida para ver la viabilidad real de un proyecto de estas características.
Cabe decir que esto ha podido hacerse posible gracias al dinero recaudado tras publicitar la idea en varios portales de crowdfunding. Estas campañas han podido hacer posible la aprobación de proyecto, nada más y nada menos que 2 millones de dólares hay detrás de una solución que parece ser demasiado cara a día de hoy.
