Seguro que te ha pasado alguna vez poner una determinada dirección en el GPS y ver que se corresponde muy poco con la ruta a seguir. Hay que contar con solamente un poco de orientación para darse cuenta de la dirección que hay que tomar. Tan solo hay que echar un vistazo de la distancia que queda para llegar al destino fijado para saber si ha habido un error a la hora de introducir los datos.
No es la primera vez que sale a la palestra alguna noticia parecida a la que a continuación se describe. ¿Cuánto tiempo puede pasar entre que uno se equivoca al tomar una dirección equivocada y se da cuenta de ello? Habría que haber visto cuánto tiempo le habría costado a la protagonista de esta historia. Se trata de una chica canadiense de 23 años, la cual decidió, desafortunadamente, programar una dirección en su dispositivo GPS un tanto inusual.
El Toyota Yaris canadiense que acabó en el agua por una dirección equivocada
Todo aconteció durante la madrugada. Una joven de 23 años circulaba con la ruta marcada. Según seguía la dirección que le marcaba su dispositivo, más cerca se veía del margen de un lago muy importante del país americano. En uno de esos giros, el aparato le jugó una mala pasada.
Tal fue la jugarreta que terminó precipitándose al agua del lago Ontario, hundiéndose el coche a los pocos segundos. Afortunadamente, la chica, la cual viajaba sin ningún otro acompañante, pudo salir del habitáculo tras bajar una ventana. El coche, tal y como se puede observar, quedó completamente bajo la superficie.
Inmediatamente después de escapar de una de las situaciones más peligrosas a las que se había sometido hasta ese día, fue corriendo a un hotel que estaba situado en las inmediaciones para pedir ayuda y avisar a las autoridades.
Según ha confirmado después, se sentía avergonzada por haber terminado teniendo un accidente en dichas condiciones. Aún así, afirma que tras aquellos momentos angustiosos no veía modo de calentar su cuerpo por lo que fue a pedir auxilio. En esta época del año, el agua que bordea el extremo del lago Ontario estaba en torno a los 4ºC, una temperatura que apenas podría aguantar un ser humano durante unos pocos minutos.
Por fortuna, apenas tuvo que nadar unos pocos metros. A muy poca distancia estaba una rampa que sirve para poder introducir las embarcaciones en el lago por lo que pudo salir de las gélidas aguas por su propio pie. Ahora bien, ¿cómo es posible que se confundiese de tal forma? Según el dispositivo, estaba marcada la ruta para ir en cualquier tipo de vehículo. Ponía que tenía que coger una embarcación una vez había llegado a ese punto, detalle que obvió y que casi le cuesta la vida.
Finalmente todo ha quedado en una anécdota. Ahora bien, el flamante Toyota Yaris que había conducido durante los últimos dos años ha quedado completamente dañado bajo el capó. El agua entró por todo el sistema del motor, dejándolo inservible. Al menos, se puede garantizar la completa seguridad de la joven, la cual nunca olvidará la jugarreta que le jugó su GPS.