Al final parecerá que es hasta fácil conseguir diseñar un producto válido para su uso en ciudad. No es la primera vez que en lo que llevamos de año aparece una nueva propuesta de movilidad para los próximos años. Obviamente, cuantas más alternativas existan mejor. Si hace unos días ya tuvo protagonismo unos patines poco convencionales y un patinete eléctrico denominado ET Smart Scooter, hoy sale a la luz un nuevo proyecto que podría salir al mercado en los próximos meses.
La idea ha surgido por parte del fabricante de componentes del automóvil Schaeffler. Esta compañía podría diversificarse en un futuro próximo si viese que su alternativa tuviese una buena colocación en el mercado. Ahora bien, ¿qué pensarían los consumidores si se les dijese que se va a comenzar la producción de una bicicleta eléctrica de cuatro ruedas sin posibilidad de plegado? Otras ventajas deberían contrarrestar esta inferioridad respecto a las convencionales.
De momento, únicamente se trata de una prueba piloto y están esperando a ver la acogida del modelo para tomar una futura decisión de producción. Y tú, ¿estarías dispuesto a renunciar a algunos de sus puntos débiles?
El proyecto que tiene en vilo a la compañía Schaeffler
Esta innovación presentada recientemente tiene como principal ventaja su estructura. Ofrece una mayor seguridad que cualquier bicicleta actual. Partiendo de la base de su estilo Renault Twizy, se trata de un modelo biplaza, sentándose ambas personas una detrás de la otra, de igual manera que ocurre con el cuatriciclo francés.
Esta mayor resistencia, junto al techo, mejoraría la seguridad de sus ocupantes en cualquier trayecto, teniendo un principal impacto en factores climatológicos adversos como la lluvia. Por otro lado, si se quiere disfrutar de la melena al viento, se puede retirar la cubierta, guardándola en un espacio creado para la ocasión y que está situado debajo de los asientos.
Guarda una gran similitud también con la malograda BMW C1, aquella moto que tenía un ‘caparazón’ y que apenas llegó a tener éxito en el mercado. Sin embargo, poco más parecido guardará con ella ya que ésta lleva un pequeño motor eléctrico que ofrece una asistencia al conductor hasta llegar a los 25 km/h durante un total de 50 kilómetros, es decir, prácticamente cualquier tipo de recorrido que puede hacerse a día de hoy en el ámbito urbano.
Además, ofrece la posibilidad de conectarse con smartphones, un valor añadido para poder disponer de un conjunto de aplicaciones con el objetivo de mostrar el tiempo que va a hacer en todo momento, el tráfico de una parte de la ciudad o la ruta por la que circular.
Posee unas medidas de 2,1 metros de longitud, una anchura de 85 centímetros y una altura de 1,5 metros. Pese a estas cifras, tanto el conductor como el acompañante no dispondrán de ningún elemento extra de seguridad, incluyendo, por supuesto, el cinturón de seguridad que podría ser acoplado.
Al tratarse de un modelo concept, aún no se ha desvelado un posible precio de lanzamiento. Teniendo como base que el Renault Twizy parte desde los 7.200 euros sin ninguna ayuda por parte de las administraciones públicas, podría hablarse que este concepto de bicicleta eléctrica no debería superar los 5.000 euros, a fin de cuentas, se consigue lo mismo con una simple bicicleta tradicional.