La carrera por llegar a Marte hace mucho que comenzó y aunque no hay guerra fría que valga, numerosos proyectos están llevándose a cabo con el objetivo de plantar la bandera de su respectivo país. Así, desde el pasado 1969 nadie ha vuelto a pisar literalmente terreno del espacio exterior. Van a pasar cincuenta años desde que se coronó la Luna y desde entonces ya se ha pensado en superar la siguiente barrera.
Esta vez le toca el turno a un planeta, Marte. Entre los numerosos proyectos que existen, tanto públicos como privados como el que está llevando a cabo Elon Musk gracias a la filial SpaceX, hay uno que parece gozar de cierta ventaja respecto a los demás.
La NASA es la entidad más avanzada y prueba de ello es el campo de operaciones que posee y el tipo de vehículos que ha diseñado con el único objetivo de superar cualquier obstáculo que pueda existir en el planeta ‘rojo’. Cuenta con un presupuesto que le permite realizar todo tipo de experimentos con el fin de posicionarse como primera alternativa.
SEV, el vehículo más avanzado de la NASA para llegar a Marte
El vehículo que está pensado para circular e investigar la superficie del planeta más cercano a la Tierra está en continuo desarrollo. Aún quedan numerosas innovaciones por incluir hasta que sea válido para viajar; el transporte, el presupuesto y el trayecto son los principales hándicaps que tiene que resolver.
Pese a que el modelo cuenta con numerosas horas de desarrollo detrás, aún quedan unos años para que se pueda ver un vehículo tripulado en la superficie de Marte. El primer de los problemas surge al calcular la distancia. Dado que el anillo de rotación es diferente al de la Tierra, el punto en el que más cerca se encuentran ambos planetas coincide cada 1,88 años. Esto hace que fijar una fecha sea una tarea nada fácil de concretar.
Aún así, se estaría a 59 millones de kilómetros, ¿cómo se prepara un viaje de tan holgada longitud? Muchos agujeros faltan por tapar en esta materia. Pese a ello, otros problemas también se presentan a la hora de recorrer algunas zonas por aquellas tierras.
Por un lado, la gravedad. El nivel de allí es 3.7 por lo que habría que adaptar el vehículo para que pudiese circular por terrenos escarpados bajo esta premisa. Sin embargo, lidiar con los desniveles no debería ser un problema ya que cuenta con con un doble eje con seis ruedas en cada uno de ellos.
Esto generaría una tracción suficiente como para lograr superar el terreno con baches y montículos característicos del planeta rojo. Es más, la NASA posee una superficie que representa parte de la topografía del terreno característico sabido por otros experimentos llevados a cabo.
El proyecto parece que poco a poco está amoldándose para lograr llegar en los próximos años al planeta vecino. Aún es pronto para afirmar que el SEV será el vehículo protagonista pero al menos de momento ha entrado en los planes estratégicos de la compañía posicionándose como una de las principales líneas de investigación.