Los coches que han participado en cada una de las entregas de la histórica saga de James Bond siempre han tenido una importante repercusión más allá de la gran pantalla. Por supuesto, en parte se debe al increíble catálogo de marcas que alguna vez han participado, de las cuales hay que destacar a Aston Martin por encima de cualquier otra.
Para la última entrega, la firma británica tuvo el encargo de producir un modelo que se adecuase a las necesidades del agente más famoso de la historia del cine. El nombre escogido fue DB10 y se fabricaron un total de diez unidades. Tras el fin del rodaje, el número de vehículos supervivientes se redujo a únicamente tres, quedando el resto fuera de combate por cuestiones del oficio.
Hace unos días, una de esas tres unidades que aún quedan en el mercado ha sido subastada y una persona anónima ha pagado la increíble suma de 3,15 millones de euros. Está muy lejos del precio pagado por el Ferrari más caro de la historia pero aún así, no hay que desmerecer lo alcanzado en la casa Christie’s. ¿Merece la pena gastarse este pastizal en este modelo o está más que sobrevalorado por el simplemente hecho de haber participado en la última entrega de 007?
Subastado uno de los Aston Martin DB10 utilizados en el rodaje de Spectre
El agente secreto es una creación ficticia pero aún así, que el modelo lleve estampada la firma del actor que lo ha interpretado, -en esta ocasión Daniel Craig-, hace que la revalorización suba como la espuma. Así pues, mientras que la casa de subastas se esperaba un precio de adjudicación siempre bajo los 2 millones de euros, finalmente han sido 3,15 millones de euros los pagados por una pieza de edición más que limitada.
Este modelo, pese a que su mayor atractivo recae en el papel que ha tenido en el rodaje, tiene una serie de cualidades que lo hacen muy especial. Así pues, bajo el capó equipa un motor V8 de 4.7 litros, el cual le es imprescindible para que supere los 300 km/h sin ninguna dificultad. El diseño, además, acompaña una exclusividad vista en la carrocería, de aspecto futurista e innovador.
Por otro lado, la unidad no incorpora toda la serie de efectos especiales que sí que incluía la versión de la película. Lanzallamas o sistema de propulsión del conductor por el techo no estarán disponibles ni como opción. Aunque a decir verdad, ¿a quién le puede interesar? Lo cierto es que, tristemente, este coche terminará posiblemente en un garaje acumulando polvo a la espera de incrementar su valor.
Esta pieza es un producto más de los que la firma de subastas Christie’s ha subastado recientemente. Relojes empleados en la película como algún que otro traje y reloj del agente han sido pujados en el mismo lote. La recaudación obtenida se donará íntegramente a la fundación Médicos sin Fronteras con el objetivo de paliar diversos frentes contra los que luchan a diario. Eso sí, el otro protagonista, el Jaguar C-X75 no estuvo incluido en la subasta por lo que muy posiblemente salga en alguna otra ocasión en los próximos meses.