En los últimos meses no hacemos nada más que escuchar noticias relacionadas con el mundo de los coches autónomos, eléctricos o innovaciones de todo tipo pero hasta ahora poco se había hablado de una convergencia entre el sector de la aviación y los fabricantes de automóviles. En numerosas películas de ciencia ficción ambientadas en el futuro sí que se suele sopesar un futuro lleno de coches voladores pero a día de hoy, pocas empresas lo creen así.
Terrafugia, una empresa de procedencia norteamericana, está empeñada a traer del futuro un coche volador. En Freno Motor lo más cercano que vimos en relación a estos coches son los diseños de un fotógrafo muy peculiar. Ahora, el proyecto está convirtiéndose en una realidad tal y como se puede apreciar en el modelo original y en esta versión mejorada, denominada para la ocasión TF-X.
Qué aporta Terrafugia a la industria tecnológica
Obviamente, muy pocas empresas tienen entre ceja y ceja la búsqueda de un coche que además de trasladarte de un punto A a un punto B sea capaz de poder hacerlo por el aire. Esta startup tiene como principal misión crear un coche que puede desenvolverse sin problemas tanto por el aire como por carretera. Están convencidos que lo conseguirán y por ello ya se ha publicado algún vídeo que otro en el que se muestran los avances.
En Terrafugia quieren acercar el sueño de tener un medio de transporte para un sector mayor que el que actualmente puede permitirse un helicóptero o un avión privado. Según palabras de los fundadores, tendrá un precio mayor que el de un coche normal pero podría situarse entre el medio millón y millón de euros, algo lógico sabiendo que no existen las economías de escala en este proyecto. Además, no necesitaría licencia de piloto por la poca altura que se necesitaría para volar.
En cuanto a especificaciones técnicas, aún no pueden concluirse unos datos totalmente fiables pero se habla de una autonomía de vuelo de unas 500 millas o más de 800 kilómetros, distancia suficiente para recorrer la mayoría de los trayectos que se suelen hacer normalmente. En relación a sus prestaciones en suelo, no habría novedades importantes, por lo que prácticamente cualquier eléctrico del futuro tendría una mayor velocidad punto o aceleración.
Si te estás planteándote seriamente su compra, debes saber que ya se aceptan reservas pero lo más importante, a parte de disponer del dinero es, sobretodo, tener paciencia y es que el proyecto está aún en proceso por lo que podría estar listo en los próximos 12 años. Para esas fechas, puede que algún gigante de la tecnología robe la innovación a la compañía y decida invertir grandes sumas de dinero en su propio proyecto, acortando plazos y teniéndolo listo mucho antes que Terrafugia.
Esta innovación es la primera de una más que posible línea de investigación de las compañías en el medio plazo. A decir verdad, sería una genialidad poder desplazarse por el aire pero antes de ello seguramente habrían legislaciones impuestas para impedir libremente este medio de transporte, ¿qué sería de toda la infraestructura producida para el transporte terrestre? Lo único cierto es que la tecnología cambia por momentos y lo que parece hoy una obra de ingeniería quedará obsoleto en unos meses o pocos años.