El caso de Ferrari y los coches que arden

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Ferrari 488 GTB rojo

¿Quién no ha soñado alguna vez con tener un superdeportivo en su garaje? Levantarte un domingo por la mañana, desayunar, ponerte ropa cómoda y salir con tu flamante deportivo a una buena carretera de curvas, descargar adrenalina y luego, a casa chuleando de ‘pepino’ o a tomarse unas cervecitas fresquitas a cualquier bar. Yo, que debo estar como una cabra, creo que cogería el coche hasta para ir a comprar el pan y eso que tardo menos de tres minutos en llegar a la panadería…

Pero claro, los sueños son gratis, no necesitas ni siquiera cerrar los ojos para imaginarte a los mandos de, por ejemplo, un Ferrari 488 GTB. Seguro que hasta puedes oír el silbido de los turbos, notar el tirón al cambiar de marcha y escuchar los petardeos del escape con cada reducción, hasta que te enteras de lo que cuesta mantener un coche así, que te despiertas del sueño como si te hubieran echado un cubo de agua fría por encima. Los superdeportivos son muy caros de mantener, extremadamente caros en algunos casos y valga como ejemplo que un Ferrari Enzo, requiere una revisión cada seis meses por valor de 4.200 euros y un cambio de embrague cada 10.000 km por nada menos que 7.000 euros. Y esto es una nimiedad si lo comparamos con la primera revisión de un Bugatti Veyron, que salía por 16.000 euros o por el cambio de neumáticos de este mismo misil con ruedas, pues cada neumático sale por 7.300 euros.

Ferrari turbo descapotable

Seguro que ya no vas a volver a mirar uno de estos coches con los mismos ojos, aunque soñar, por favor, no pares nunca que es gratis. Está claro que son coches delicados, que necesitan un mimo y un cuidado que no te dejaría tiempo para tener pareja con toda seguridad, pero todo esto no explica las increíbles combustiones aparentemente espontáneas de algunos modelos de Ferrari, porque sí, esto va de Ferrari y los coches que arden. Hace poco saltó la noticia de que Ferrari llamó a revisión a los California T vendidos en Estados Unidos al existir posibilidad de incendio, lo que ha llevado a su vez, a que la NHTSA, ‘National Highway Traffic Safety Administration’, obligue a la marca del Cavallino a detener totalmente las ventas de otro de sus modelos, el 488 GTB. Al compartir la mecánica con el California T, han creído las autoridades americanas que existe la misma posibilidad de incendio.

Leyendo sobre ello, me he ido acordando poco a poco de otros casos de incendios ‘espontáneos’ de unidades firmadas por Ferrari en varias partes del mundo y la verdad, esto no es nuevo, viene de mucho tiempo atrás. Por ejemplo, se sabe de casos en los que varias unidades del Ferrari 458 Italia han terminado en llamas, y no fueron ni dos ni tres, fueron las suficientes para llamar a revisión a toda la producción de un año allá por 2010, unos 1.200 coches. Y aún podemos ir un poco más atrás en el tiempo, un par de años por ejemplo, cuando algún que otro Ferrari ‘acalorado’ terminó siendo pasto de las llamas, como un 599 GTB Fiorano, un F355 GTB, al menos dos 360 Modena y varios F430.

Ferrari Fiorano quemado

Siempre se ha criticado la fiabilidad de Ferrari, tachándolos de coches delicados, excesivamente delicados en algunos casos en los que se pueden poner a arder como antorchas, a los hechos me remito. Si bien es cierto que algún caso que otro pueda ser por culpa de un conductor, que como suele decir mi querido padre, tiene pies en vez de manos, hay muchos otros que son por problemas del propio coche. Problemas, que ya deberían estar más que solventados, ¿por qué arden los Ferrari? ¡No me lo explico! En el caso de los Ferrari California T y 488 GTB al parecer un conducto que va a la bomba de gasolina podría estar mal fijado y provocaría pérdidas de gasolina que al entrar en contacto con los colectores de escape, provocarían el fuego. Por otro lado, en el caso del Ferrari 458 Italia, los incendios eran producidos porque el adhesivo usado en los pasos de rueda no soportaba las altas temperaturas alcanzadas en el vano motor, pasando a ser incapaz de mantener el material aislante en su lugar, que terminaba por deformarse y acercarse a los colectores de escape calentándose en exceso y haciendo que, ojo al dato, el adhesivo se inflamara.

Supuestamente, los Ferrari son auténticas obras maestras de ingeniería, lo mejores deportivos del mundo, pero por una cosa u otra, terminan convertidos en una bola de fuego. ¿Tan ciegos están para no ver los problemas? Entiendo que sean un poco fanfarrones y que la prepotencia y el ego les supure por las orejas, pero hay cosas que se deben dejar a un lago cuando existen problemas de este calibre.

Archivado en Accidentes, Incendios, Superdeportivos
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