Tener un coche de más de medio millón de euros, al que además es preciso cumplir con una serie de requisitos como es el caso de poseer como mínimo un par de vehículos de la marca, es sinónimo de decir que la cuenta bancaria del propietario está más que saneada. Sí amigos, un LaFerrari es mucho más que un Ferrari, es el top de los modelos emblemáticos de la marca, la última gran creación de la marca del cavallino, su flagship.
Tener uno de los hiperdeportivos del momento conlleva tener cabeza y responsabilidad y, precisamente esto, es lo que en ocasiones les falta a los conductores de los coches soñados por todos nosotros. Ya sabemos que de las 499 unidades que se han fabricado de este mito, al menos una no podrá ser recordada en un futuro.
Afortunadamente, en el vídeo que traemos hoy no ha habido que lamentarse ningún herido ni se ha producido ni siquiera un accidente. Eso sí, apenas unos centímetros han separado para que se haya podido evitar la colisión frontal de los dos vehículos que aparecen en las imágenes que a continuación se muestran.
El Ferrari LaFerrari roza el accidente en plena aceleración
Tras contemplar las imágenes, es necesario hacer una puntualización. El conductor estaba distraído hablando con el peatón que sostiene una cámara. No se puede saber si echa una mirada a los laterales antes de pisar a fondo el pedal del aceleración, pero lo que es cierto es que no se puede salir así en un cruce con un coche que tiene una potencia tan descontrolada. ¿Tiene fuerza como para que cree adicción de pisar a fondo en cada salida? No digo que no, pero para eso las personas somos racionales, para ver en qué momento se puede ser más alocado y en qué situaciones más calmado.
Lo que está claro es que se produce una cadena de acciones que desencadenan una situación de riesgo para los ocupantes del deportivo italiano y los pasajeros del Citroën C3 Picasso. Por suerte, el último coletazo que sacude el chasis del Ferrari no llega a impactar con la carrocería del familiar.
Dando como pasable la aceleración del deportivo, podría darse por alto las acusaciones de imprudencia al volante pero si dejamos que continue el vídeo, se le podrá ver al mismo conductor como encara una curva de lado, haciendo drifting. Con ello demuestra dos cosas. En primer lugar, no tiene ningún miedo a tener un accidente que ponga en peligro no solamente su valioso coche, sino su integridad y la del acompañante. Además, su incompetencia a la hora de respetar a los demás conductores debería ser acto suficiente para retirarle el carnet de conducir.
En fin, pese a que a todos nos duela, debe haber en el mundo gente para todo y de todo tipo. No tengo la suerte de poder disfrutar de un ‘pepino’ como el espectacular LaFerrari, pero por lo menos, me gustaría disfrutar de este tipo de escenas en lugares apropiados, en circuitos homologados y no en sus propios ‘circuitos callejeros’. La vía pública es un lugar donde tienen que compartir espacio millones de conductores y este tipo de actuaciones pueden poner en peligro la vida de muchas personas.