Las compañías de todos los sectores y, especialmente las del automóvil se apresuran en ir a la Oficina de Patentes de los países en los que operan con el fin de evitar que cualquier posible innovación que hayan desarrollado, se la apropie la competencia por no haberla registrado. Es por ello que, por muy insignificantes que sean algunas mejoras, el típico dicho ‘mejor prevenir que curar’ hace que las empresas eviten cualquier riesgo.
Además, no únicamente se registran los bienes tangibles. El registro de nombres de posibles futuros modelos de la gama siempre desatan un fenómeno viral acerca del futuro de la compañía en cuanto a lanzamientos al mercado a corto y medio plazo. Tanta relevancia tiene este proceso que puede provocar aumentos o disminuciones en los valores de la compañía en bolsa.
Pues bien, el pasado 25 de Junio, el gigante americano por excelencia en la industria del automóvil, Ford, registró un pack de iluminación que podría instalarse en algunos modelos de la marca. Aún se desconocen los motivos que han llevado a la marca estadounidense a efectuar y sellar estas patentes pero lo que sí que es cierto es que tiene que haber una explicación detrás que justifique esa acción.
Ford podría estar buscando iluminar el exterior de los coches en el futuro
No se sabe a ciencia cierta el por qué de la decisión tomada por parte de la compañía. Sin embargo, se pueden barajar varias hipótesis. Por un lado, la estética del coche cambiaría radical de noche. Si pensásemos en los dos modelos más potentes que están en el catálogo, el Mustang y el Focus RS podríamos imaginarlos esperando que el semáforo se pusiese en verde. Las tonalidades luminosas en puntos estratégicos de la carrocería, así como la musculosa imagen del coche y el gorgoteo del motor al ralentí, provocarían más de una torcedura de cuello entre los viandantes.
La otra hipótesis que se antoja como menos posible es el aumento de la seguridad. Actualmente, muchos de los coches que salen al mercado incorporan alguna luz que actúa a modo de distintivo para, en caso de quedarse cruzado en mitad de una vía, ser visto y evitar de esta manera un accidente con graves consecuencias.
Lo único que sí que se le pide a Ford es que no intente emular algunas de las barbaridades cometidas en la época dorada del tuning macarra, la instalación de neones bajo el chasis. De todos modos, la tendencia de añadirle algunos toques de iluminación al coche se está produciendo en un país creador de modas, Japón, aunque claro está, los key cars no entran en los planes de la empresa.
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Es una solución arriesgada. Lo que es nuevo sorprende y puede generar curiosidad de cara a un aumento de las ventas en el corto plazo para los vehículos que lo incorporen. Más aún si es una opción desconectable. Sin embargo, aspectos tales como una posible negación por parte de la DGT en cuanto al uso de estas prácticas podría dar al traste con la innovación llevaba a cabo por Ford.