Estar a los mandos de un americano como el Ford Mustang GT 500 conlleva tener una responsabilidad para controlarse a la hora de pisar el acelerador. Está claro que tienta notar como sube de revoluciones un impresionante motor como el de este modelo en cuestión. Tiene bajo el capó nada más y nada menos que un motor V8 de los que extrae más de 500 CV. Y todo ello sin tener en cuenta los posibles aumentos que haya podido ejercer el propietario tras su compra.
Con este tipo de vehículos es muy importante anticiparse a las posibles tirones que ejerza la estructura y más aún, en plena curva, tal y como ocurre en el vídeo de a continuación. En esta ocasión, el incidente se produjo el pasado sábado en un evento organizado en Maryland y que concentró a muchos de los coches más emblemáticos y bonitos del mundo. Tal es la repercusión que se genera que cada año se reúnen cientos de personas a las afueras del evento para contemplar como salen del recinto donde tienen lugar los actos.
Este año ha contado con un imprevisto. Se ha producido un accidente en el que se han visto implicados algunos aficionados y un Ford GT 500 blanco con rayas transversales de color negro. Afortunadamente, todo ha quedado en un susto sin mayores consecuencias. Sin embargo, sería bueno hacer una reflexión acerca de lo ocurrido y evitar en el futuro esta situaciones permitiendo a la gente estar más lejos de la salida.
Vídeo en el que un Ford Mustang GT 500 sufre el accidente
Pese a la brusquedad de las imágenes, repito, todo quedó en un susto que los aficionados tardarán en olvidar. Es necesario hacer una reflexión. ¿Cómo se entiende la actitud del conductor? Imaginemos que la adherencia del suelo no era buena por el motivo que sea y que, hasta cierto punto sea entendible la pérdida de control por este motivo. Ciertamente, se podría pasar por alto pero lo que no es tolerable es que salga de ese modo estando en el mismo sentido otro automóvil que se dirige en la misma dirección. De hecho, gracias a que estaba atento ante la situación que se estaba viviendo desde su puesto de conducción, se pudo evitar la colisión entre ambos coches.
La policía debería tener acceso a la realización de estos eventos y estar presente tanto a la entrada como a la salida del recinto para controlar que todo circula en orden y de paso, posicionar mejor a los espectadores con el fin de reducir el riesgo de atropello. Como ya se ha dicho anteriormente, por fortuna, todo se ha saldado con alguna que otra moradura y el roce de los bajos del Ford Mustang, sobre todo en su parte delantera.
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La presencia de niños en las imágenes muestra la carencia, todavía más si cabe, de medidas de seguridad en la zona. Se puede presagiar la cantidad de potencia desplegada en la organización vistos los otros coches que aparecen en la escena. No faltan los clásicos y por supuesto, algunos modelos de marcas tan reconocidas como Ferrari, con la presencia del 360 Modena. Por ello, eran necesarias medidas de seguridad que hubiesen evitado esta embarazosa situación.