Todas, absolutamente todas las marcas, tienen algún modelo que unifica los valores de la empresa. Existen multitud de ejemplos. El Defender de Land Rover es como el 250 GTO para Ferrari. Cada símbolo puede haberse dejado de producir por cuestiones de desarrollo o bien, por cuestiones que van más allá de la índole de la empresa como las restricciones medioambientales o de seguridad.
Pero dando un paso más hacia adelante, lo que es cierto es que todos los productos nuevos que sacan llevan una esencia que cada fabricante se ha apropiado de ella. Si hablamos de Porsche, el 911 muestra cuales son los valores de la compañía. Lo mismo sucede con Ford. En Europa puede que en menor medida, pero si se preguntase en Estados Unidos qué significa esta empresa, la respuesta iría enfocada en torno al Mustang. Esto que significa que el marketing debe ir enfocado a respetar y continuar ofreciendo una imagen que ha dado resultado durante las cinco décadas que lleva entre nosotros.
Para mostrar una imagen del carácter del Mustang, desde Ford han querido ponerlo al desnudo instalándole una serie de cámaras mientras un piloto profesional, concretamente Paul Swift, da una vuelta al trazado de Silverstone.
Ford Mustang rodando en Silverstone
Donde realmente llama la atención esta acción de publicidad llevada a cabo por la marca americana es en la interacción que hay en el enlace que aparece al final del vídeo. Una vez dentro, se puede observar cómo hay diferentes tipos de visualizaciones para poder disfrutar de las imágenes del pony car en pleno recorrido.
Concretamente, 6 cámaras GoPro presentes dentro del interior del coche permiten hacer la grabación en 360º. Además, también se puede escoger entre una cámara trasera instalada en el parachoques trasero así como una vista desde el aire gracias a la ayuda de un dron.
El resultado es espectacular. Disponible en varias calidades, el producto final es maravilloso. Se nota que es un trabajo hecho a conciencia, con el objetivo de llegar a un público objetivo reticente a ir con una mayor frecuencia a la gasolinera. Desde Ford saben que es una estrategia difícil, que conlleva muchos riesgos en términos económicos. Los muscle cars desde siempre no han tenido muchos adeptos pero creen que las barreras están para romperlas. La apuesta conlleva, por tanto, una inversión en publicidad para saltar a relucir las fortalezas de este icono para que el potencial comprador encuentre y contemple los beneficios de poseer un Ford Mustang y, más aún, en su versión V8.
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Es el diamante de los diamantes entre los americanos gastones de gasolina. Es un símbolo. A precios de gasolina de Estados Unidos, pagar digamos, 30.000 o 40.000 dólares por un automóvil con imponente figura y 400 CV puede resultar muy atractivo. En cambio, en países europeos y especialmente, España, donde hay que calcular qué día es el mejor para hacer una visita por la gasolinera, este tipo de coches tienen mucho menos tirón. Por ello, puede decirse que va centrado a un público objetivo muy concreto y, desde Ford, saben cual es.