La colaboración entre diferentes empresas se está convirtiendo en una pieza fundamental para crear sinergias que finalmente acaban trasladándose y convirtiéndose en una mayor productividad. Además, hay otro grupo de compañías que prefieren apostar e invertir ellas mismas en nuevos sectores, asumiendo los posibles riesgos que esta práctica conlleva. Lógicamente, la búsqueda de nuevas fuentes de rentabilidad es el paso final que las lleva a la toma de decisiones de este tipo, pero, ¿qué más esconde este tipo de estrategias?
Existen muchas marcas que emplean este tipo de acciones para abrirse un hueco en actividades completamente diferentes a las que está uno acostumbrado a ver. Más conocidas son las colaboraciones pero la producción dando un salto a otro sector es menor común. Sin embargo, esta práctica está in crescendo, tal y como se ha podido observar en empleo del conocimiento de las baterías de Tesla en el hogar y la imitación de BMW en este mismo sentido.
Quizás, en el mundo del automóvil, el caso más conocido es el de Honda. Si se entra en su página web, se puede observar como todas y cada una de las gamas de productos que poseen tienen mucha relevancia. ¿Conlleva cierto riesgo? Veamos las ventajas y desventajas que produce tener un catálogo de productos bastante diversificados y diferentes entre sí.
Beneficios y riesgos de competir en varios mercados desde el punto de vista de Honda
Actualmete, Honda está compitiendo en diferentes sectores. En su oferta no faltan los cortacésped, los motores de embarcaciones acuáticas o la robótica, además de su producción de coches y motos. También, tiene su propio equipo de Formula 1, aunque mejor que hablemos de otras divisiones con mejor valoración. ¿Qué puntos positivos se pueden extraer de esta acción?
Generación de sinergias y economías de escala. La innovación creada en una de las divisiones se puede trasladar al resto, mejorando ambas líneas de producción y creando mejores bienes, los cuales tendrán mejor aceptación en el mercado. Si en la investigación de los motores de embarcaciones de recreo descubren que con una pieza se puede reducir el consumo, podría emplearse en los motores de los automóviles, con el fin de crear un desarrollo que afecta a los dos productos de forma positiva.
Diversificación del riesgo en la producción. Al igual que en una cartera de accionariado, siempre es mejor tener repartido en diferentes sitios la inversión. Si en alguno de los sectores los resultados son nefastos, hay otras vías donde se puede actuar. Si las motos de Honda, llegase el caso, sufren una avería global y que afecta a gran parte de las ventas, puede que los ingresos tomen una pendiente negativa que se mantuviese a lo largo del tiempo. Dada esta situación, Honda solo sufriría las pérdidas correspondientes a esta parte de la producción.
En cambio, en su contra, Honda tiene que hacer frente a:
Altos costes de estructura. Muchas divisiones conlleva disponer de un entramado logístico para hacer frente a los requerimientos de piezas. En una escala como la de Honda, tiempos muertos en producción conlleva altas pérdidas para la compañía. Si en ocasiones es difícil escapar de la escasez, tener muchas gamas de producto significa asumir riesgos muy importantes. Además, supone tener instalaciones casi kilométricas para poder llevar a cabo toda la producción.
Innovación en muchos frentes. Este es un coste que supone una inversión muy alta. Disponer de muchos productos como máquinas cortacésped, motores de automóviles, etc. e invertir lo suficiente en cada segmento es tarea complicada. Al enfrentarte a muchos competidores, cuya misión es mucho más específica en el producto, conlleva no descuidarse y apostar por el empleo de la más alta tecnología y esto, con unos presupuestos cerrados, no es fácil.
Sentimiento de poca especialización en un sector. A vistas del consumidor y, a tenor de lo comentado en el último punto, puede que el consumidor vea que tiene presencia en muchos sectores y que le genere una sensación de que el producto por el que se interesa no tiene calidad lo suficientemente buena. Una persona que se interese por un robot puede pensar que Honda a lo que se dedica es a la producción de automóviles y que, por ello, tiene totalmente apartado de los presupuestos de innovación su departamento de robótica.
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Sea como fuere, este estilo de producción tiene algunos beneficios y algunos riesgos aunque sin duda, uno de los puntos clave y, que no está en las listas anteriores es la reputación. No se ha incluido en ninguno de los apartados porque puede responder de forma positiva o negativa en la compañía. A modo de ejemplo, si el propietario de un motor de embarcación Honda está satisfecho con su potencia y fiabilidad, puede que escoja su próximo coche basándose en esta opinión subjetiva. En cambio, si está decepcionado con el funcionamiento de su producto de la marca nipona, seguramente se decante por otra marca cuando tenga que cambiar de coche.