Los coches japoneses cada vez tienen diseños más atractivos cuando se trata de versiones europeas de sus modelos. Sin embargo, los coches que diseñan para su propio país siguen teniendo un diseño aún estancado en el siglo pasado para según qué creaciones.
Un claro ejemplo de ello es el Honda MC-B EV, presentado en el Tokio Motor Show esta semana. Se trata de un cuatriciclo ligero eléctrico donde lo más importante es su carácter eminentemente urbano y lo compacto que es. Estamos ante la evolución del Micro Commuter que nos enseñaron los japoneses el año pasado; aunque viendo cómo ha evolucionado el diseño, quizás deberíamos hablar de involución.
Está dentro de la categoría L7, de vehículos de menos de 400 kg (sin contar con las baterías) con una potencia máxima de 15 kW; el MC-B entrega una potencia de hasta 11 kW . Vamos, lo que podría ser una motocicleta perfectamente. Mide 2,5 metros de largo y 1,55 metros de largo; cuenta con una configuración de asientos biplaza de 1+1, y Honda asegura que caben dos adultos con equipaje cómodamente.
En cuanto a los tiempos de carga, en menos de tres horas lo tendremos listo en nuestro enchufe de 220 V. Es capaz de alcanzar 70 km/h y cuenta con una autonomía de 80 km, los cuales deberían de ser más que suficientes para cualquier desplazamiento en ciudad. De lo que no conocemos datos es de la capacidad de las baterías.
El mayor problema que presenta este pequeño eléctrico es que un diseño tan japonés en el mercado europeo no sería capaz de cuajar jamás. Tan solo hay que fijarse en las llantas, unas llantas de acero dignas de una furgoneta en su acabado más rudimentario o de un utilitario de los años ochenta. Un Renault Twizy al lado de este Honda MC-B es un coche de lujo, gracias a sus formas mucho más acertadas y diseño más agraciado.
