En un sector en el que se compite en numerosos nichos de mercado es muy importante tener representación en cada una de las gamas. Exceptuando algunas empresas como Ferrari o Mclaren, la mayoría suele cumplir con esta regla. Obviamente, se sabe en qué modelos la empresa es más eficiente produciendo y en cuales falla, dejando el protagonismo a otras que sí que tienen focalizada la producción en ese segmento. De este modo, es muy importante conseguir captar clientela de todo aquel subsector que no solía ser público objetivo en el pasado.
A modo de ejemplo, repasando la historia de Porsche, se puede observar que, tradicionalmente, la compañía era reconocida por la creación del mítico 911. En cambio, para las generaciones actuales, la firma de Stuttgart seguramente sea visualizada también por el Cayenne o el Panamera, modelos que rompieron con las reglas que históricamente habían caracterizado a la marca. Un caso parecido se ha podido observar en Jaguar aunque de manera mucho más suave. En este momento, está a punto de dar comienzo la comercialización del primer SUV de la empresa británica. Así pues y, dependiendo de los resultados, podría incrementarse la familia bajo esta modalidad de carrocería. ¿Atacará en varios frentes o se centrará únicamente en el BMW X5, Mercedes Clase GLE o Audi Q7?
Futuro a medio plazo en las filas de Jaguar
La moda de los SUV continúa derrumbando muros por allá por donde va. Si hace unos días, la mismísima Lamborghini sorprendía a todos con su apuesta por el Urus en detrimento del Asterion, hoy aparecen nuevas informaciones sobre la línea todoterreno que podría tener en unos años la firma del felino.
Los SUV llegaron para quedarse, esto es un hecho. Por ello, la estrategia de la marca, con un enfoque a resultados, podría ser la acertada, a sabiendas de la dudosa eficiencia de este tipo de vehículos. Sea como fuere, lo cierto es que parece ir enserio la apuesta por un modelo de producción que busca competir con modelos ya asentados desde hace más de una década. Sin duda, es todo un reto que quieren afrontar.
Además, otro rumor que ha salido de fuentes internas de la compañía es la futura implantación de tecnología eléctrica como variante en algunos de los modelos. Obviamente, debería descartarse de esta posibilidad el modelo que actualmente se encuadra como el más deportivo, el F-Type, cuyo sonido del motor V6 y V8 suena particularmente bien.
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Jaguar, con esta acción, demuestra ser consciente de lo que demanda el mercado. Al fin y al cabo, todas las empresas deben rendir cuentas a final de año y el cumplimiento de objetivos se basa principalmente en conseguir lo propuesto al inicio del mismo, es decir, un crecimiento de las ventas y con ello, de los beneficios. Esperemos que, ya que debemos consentir la presencia de SUV´s en este tipo de empresas, no pierdan la esencia el resto de la gama. Aunque no todo son ‘peros’ en referencia a los SUV´s, hay que recordar que gracias al Cayenne hoy se puede disfrutar de las nuevas generaciones del 911 y del 918 Spyder.
