La carrocería tipo targa es bastante extraña de ver. Porsche fue bastante innovador en los noventa, cuando lanzó el Porsche 911 Targa, un deportivo híbrido entre la carrocería coupé y descapotable.
Pues bien, ahora que años después han resurgido el concepto en la generación 991 del 911, Jaguar parece tener envidia de los alemanes y podrían estar trabajando en una versión targa del F-Type, aprovechando el éxito del deportivo inglés.
Así que ahora que ya tienen a la venta una variante coupé y otra descapotable, solo falta la opción targa para acabar de rellenar el mercado y las posibles preferencias de los clientes. Así que esta versión más exótica podría contar con un techo de cristal practicable, pero manteniendo la caída de techo de un coupé, como podemos observar en la imagen de recreación que acompaña este artículo.
Y es que el propio diseñador de Jaguar, Ian Callum, confesó a AutoExpress que están considerando la opción targa, pero que aún no es definitivo.
Estamos considerándolo, pero no es definitivo. El problema en el targa es el volumen de ventas. Si piensas en Porsche, el 10% de sus coches son targa, el 10% de los nuestros es menos que el suyo. Hay que estudiar bien el caso, pero lo hemos considerado, solo que no nos hemos decidido aún.
Como vemos, el problema no es a nivel técnico o de que la marca no se muestre dispuesta, pues es una carrocería bastante interesante en cuanto a concepto. El problema viene a raíz de la rentabilidad de un diseño con tan pocas ventas potenciales.
Aunque yo creo que el hecho de que la carrocería targa sea tan poco popular es una mala estrategia de marketing, y de no dar a conocer el producto lo suficientemente bien, porque el targa nos da lo mejor de la rigidez de un coupé sin renunciar a la sensación de rodar a cielo abierto, sintiendo cómo el aire corre sobre nosotros.