Hace ya unos cuantos años que Mercedes-Benz decidió apostar por la creación de un segmento nuevo, el de los SUV’s de lujo. Pronto llegarían las versiones más afines para todos los públicos y demás nichos de mercado relacionados con los modelos que plantean soluciones más generalistas.
Han pasado muchos años ya y, aún así, ha sido ahora cuando Jaguar ha creído conveniente apostar por su propio todocamino. El F-Pace ha llegado al mercado siendo una apuesta primordial para el fabricante británico. Está teniendo muy buena aceptación por los consumidores y es por ello que ya están planteando nuevas versiones para el futuro.
La última de ellas viene en formato concept y será presentado al público como una de las opciones más destacadas en el próximo Salón de Los Ángeles 2016, el cual se celebrará entre los días 18 y 27 de este mes. ¿Por qué podría decirse que ha adelantado a los demás competidores llegando en el último momento?
El Jaguar i-Pace eléctrico será realidad en 2018
Este modelo ha sido la primera apuesta de una marca premium que tiene por bandera luchar de tú a tú con el futuro de este segmento. Por ello, se ha querido anticipar al resto de competidores para ofrecer la primera versión completamente eléctrica. Partirá de un precio en torno a los 90.000 euros por lo que podría situarse a medias entre la versión estándar y la más prestacional actual.
El principal detalle que se puede observar respecto al modelo actual que está en venta está relacionado con la carrocería. Es unos 5 cm más corto y alto, lo cual le ha permitido reducir su coeficiente aerodinámico hasta un Cx de 0.29, un resultado que no está nada mal teniendo en cuenta que se trata de un SUV.
Sin embargo, lo que más llama la atención es su motorización. Las diferentes versiones de combustión serán reemplazadas por una equipada con dos motores capaces de desarrollar conjuntamente un total de 400 CV de potencia, suficientes para capacitar al i-Pace para acelerar hasta los 100 km/h en tan solo 4 segundos. Es importante destacar que la potencia será de hasta 90 kWh, en línea con la producción de muchos Tesla que están produciéndose ya a día de hoy.
Otro de los apartados que va a sufrir una modificación importante está relacionado con la adaptabilidad a las necesidades. Las baterías irán en el chasis por lo que **será posible contar un mayor aprovechamiento del espacio interior **, aumentando también la capacidad del maletero.
La autonomía se disparará por encima de los 500 kilómetros, un dato que podría verse alterado ya que este concept podría salir en el plazo de dos años, creyendo que puede haber grandes mejoras tecnológicas en el diseño de las baterías. De hecho, es muy posible que este dato sea bajo para los estándares que serán concebidos en el medio plazo.
Todas estas mejoras buscarán contar con la aprobación del jefe de ingenieros de la compañía para poder pasar a línea de producción un proyecto que podría llegar a ser muy interesante de verlo rodando por las calles. ¿Logrará, finalmente, convencer a la cúpula directiva de la compañía? Quizás es demasiado pronto aún.