Jaguar, con permiso de Lamborghini y su Urus y Bentley con el inminente Bentayga, es el último fabricante en acogerse a la moda de los SUV´s. Desde la firma británica van enserio y para confirmarlo, fuentes internas han informado de la posibilidad de aumentar la familia de esta modalidad de coches para acaparar varios segmentos. Pese a que en un primer momento podría pensarse que se trata de una idea descabellada y tomada de forma precipitada, lo cierto es que varios son los puntos que apoyan esta estrategia.
En primer lugar, Land Rover, otra empresa perteneciente al mismo grupo, posee una historia intachable en el mundo de la conducción todoterreno. Dejando a un lado las dudosas cualidades del exitazo del Evoque, lo cierto es que siempre han sabido crear un automóvil válido para todas las circunstancias. La robustez en cada uno de los modelos ha servido para otorgar a la marca un status que más quisieran algunos competidores. Muchas de las ventajas de estos coches en materia off road podrían aprovecharse en el futuro SUV de Jaguar.
Por otro lado, acaba de publicarse una última noticia que podría hacernos una idea de lo que busca el F-Pace. Según fuentes internas de la compañía, el chasis sobre el que se asentará el vehículo pertenecería ni más ni menos que al F-Type, la variante más deportiva que ofrece la marca inglesa en la actualidad. Este hecho proporciona una primera impresión acerca del comportamiento dinámico que podría desempeñar una vez que comience su comercialización.
Aún es pronto para hablar de prestaciones, de acuerdo. Lo que sí que es verdad es que en un corto periodo de tiempo ya podremos disponer de datos de su rendimiento puesto que está en fase de pruebas muy avanzadas, incluyendo el uso en climas gélidos y con el calor de Dubai. Este primer modelo podría semejarse en cuanto a potencia a sus homólogos de Mercedes, BMW y Audi, los cuales han copado el mercado desde el surgir del Mercedes ML allá por el año 1997.
Además, este modelo, pese a su posible parecido al potente F-Type, servirá de guía del futuro diseño de los modelos que la firma del felino sacará a la venta en los próximos años. Por ello, puede decirse que este modelo marcará un antes y un después en la filosofía de la marca.
El SUV en cuestión lucirá en el próximo salón de Frankfurt su diseño final, siendo su puesta de largo en los concesionarios al principio del próximo año. En relación a las motorizaciones, los rumores apuntan a la presencia de mecánicas diesel y gasolina. En referencia al primer caso, se acudiría a la oferta que existe actualmente en el Land Rover Discovery Sport. En cambio, para los petrolheads se podría escoger entre un V6 y posiblemente, habría una versión más potente y deportiva con el motor V8 de 5 litros.
Lo cierto es que si se combinan todas las informaciones anteriores, el resultado puede ser más optimista de lo que se creía en un primer momento. Todo parece indicar que el cambio de estrategia de Jaguar gozará de más luces que sombras. Una cosa sí que es clara, si los próximos SUV de Jaguar tienen éxito, crucemos los dedos para que no vaya en detrimento de la mítica Land Rover.