En todas y cada una de las empresas dedicadas a la fabricación y venta de automóviles, hay algún pelotazo que hace que se disparen las ventas o provoca que haya ruido y expectación acerca del nuevo modelo que sale al mercado. No me estoy refiriendo únicamente por el atractivo, sino también por la creación de algo diferente. Un ejemplo podría ser la puesta en marcha del proyecto Cayenne, cuya aceptación en el mercado ha servido para poder seguir disfrutando del mítico 911
En este caso, el coche que ha marcado tendencia en la firma Jaguar y que está incorporando los rasgos que definen su nueva estrategia en el aspecto exterior no es otro que el F-Type. Tanto el recién estrenado XE, como la futura línea de proyectos con el F-Pace a la cabeza, van a continuar con la figura estilizada del deportivo británico.
A decir verdad, actualmente, podría considerarse el motor V8 del Jaguar como uno de los mejores, si no el mejor, con el sonido más bonito del mundo. Únicamente disponible en la versión R, tiene una potencia total de 550 CV y 680 Nm de par máximo. Con estos números siendo el segundón por la presencia del XK, no sería necesaria la incorporación de una nueva versión con más potencia, ¿o tal vez sí?
Jaguar F-Type SVR ya rueda en Nürburgring
Tras todo el movimiento de alianzas, compras y adquisiciones varias durante un periodo de tiempo, finalmente se resolvió con un mix de Jaguar y Land Rover. De ahí que la nueva versión del felino incorpore esas siglas en la versión más potente del coupé, donde comparten protagonismo con los flagship de Land Rover.
Tal y como se observa en la foto cabecera del artículo, a simple vista y pese al vinilo de camuflaje, presenta unas tomas de aire mucho más grandes con la finalidad de otorgar un frontal mucho más agresivo y para mejorar la refrigeración de un motor que continuará siendo un V8. En cuanto a la parte posterior, se respetarán las 4 salidas del tubo de escape aunque con alguna diferencia en tonalidad de color respecto al actual tope de gama.
El SVR contará con el mismo motor presente en la versión R pero según los últimos rumores, podría incrementarse la potencia para llegar a los 600 CV de potencia. En estos niveles de fuerza, **la mejora respecto al motor de 550 CV será poco representativa y no justificará demasiado el incremento en el precio*.
En el vídeo se puede observar como produce los típicos petardeos al dejar de acelerar y bajar de marchas, sonido muy personal que caracteriza a este automóvil. A falta de pequeños ajustes y pruebas en el mítico trazado, se espera que en los próximos meses salga a la luz el modelo definitivo, el cual competirá con las mejores versiones de algunos de los superdeportivos como el histórico 911 Turbo y Turbo S.
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Esta versión únicamente es un añadido a las sensaciones que ya ofrece la versión R. Tal vez unos reajustes en el mapa motor así como una mejora de algunas de las piezas del motor servirán para incrementar la potencia y crear de este modo, el SVR. Podría decirse, por tanto, que es una estrategia para captar la atención de aquellos ricachones que buscan la exclusividad que ya no aporta el de los ‘tristes’ 550 CV.
