Hay ocasiones en las que me recorre un escalofrío por la espalda con algunas cosas que aparecen por la red de redes, que me impiden pensar con claridad durante un buen trecho de tiempo. Cosas como ésta que la policía de Hungría ha publicado en youtube sobre un accidente ocurrido en septiembre de 2014. Un accidente que con solo ver las imágenes, da miedo.
Pongámonos en situación. Un Lamborghini Huracán deslumbrante, color verde lima, con su propietario de 36 años apretando a fondo el pedal del gas. En copiloto, al ver que eso corre que se las pela, decide sacar el teléfono móvil y grabar lo que esta pasando, llegando a captar como el velocímetro marca nada menos que 336 km/h. Y están en carretera abierta… el coche se mueve mucho, el copiloto no puede tener la cámara totalmente quieta e incluso a unos 320 km/h sufren un pequeño bamboleo poco tranquilizador. De repente, nuevamente a unos 320 km/h el conductor pierde el control y se comienza a oír gritos y la imagen se pone borrosa. Os dejo el vídeo a continuación…
Por suerte, la policía húngara tuvo mucho tino a la hora de publicar el vídeo y lo han editado para no publicar como se la pegan éstos dos del Lamborghini Huracán. Si que han puesto al final las imágenes del resultado final del accidente, que son totalmente escandalosas. Lo más llamativo de todo, es que el conductor salio ileso y por sus propios medios, pudiendo sacar al copiloto del coche que estaba en llamas. Con heridas graves, el acompañante se recuperó y se encuentra sin cargos, no así el conductor, que se enfrenta a acusaciones de conducción temeraria e imprudente, aunque se encuentra en libertad.
Este tipo de cosas son las que me hacen pensar en que un conductor medio no está preparado para conducir un coche de estas características. No es la primera vez que un propietario de un vehículo con estas prestaciones sufre un aparatoso accidente precisamente, por chulear y correr más de la cuenta. Acordaos sino del Challenger Hellcat estampado una hora después de sacarlo del concesionario por ejemplo.
Para poder llevar con garantías este tipo de coches, es imprescindible una formación adecuada y todavía más imprescindible, tener ‘dos dedos de frente’. ¿Que esperaba que sucediera el dueño del Huracán? Poner un coche a más de 300 km/h por carretera abierta es comprar todas las papeletas para tener un serio percance. No hay sitio para reaccionar y mucho menos, escapatorias como en circuito. ¿Es que nadie se da cuenta?
Y encima tendremos que decir que hubo suerte de que no se llevaran por delante a ningún otro vehículo…
[…] He querido comenzar este artículo con esta genial frase porque siendo sincero, es muy triste que ya no me sorprenda al ver la cantidad de vídeos que te puedes encontrar por la red de gente teniendo accidentes con sus coches de alta gama simplemente porque van picados con sus amiguetes o sólo para demostrar que son geniales pilotos llevándolos a más de 300 km/h. […]
[…] o McLaren, por ejemplo. Verás, nunca me ha llamado la atención eso de poder poner un coche a más de 250 km/h en una recta interminable, cosa que sólo puedes hacer en un circuito, y no en […]