¿Recuerdas a The Stig? El famoso piloto encargado de rodar y probar la gran mayoría de los automóviles del momento que llegaban al plató de la BBC. Pues bien, durante varias temporadas esa persona fue Ben Collins y ahora, ya al descubierto, se ha encargado de una tarea muy especial; sortear los Alpes Suizos a más de 150 km/h con un Range Rover Sport.
¿Habrá sido capaz? La compañía ha mostrado al público la última hazaña conseguida por el trotamundos más tecnológico de su historia, el modelo actual del Range Rover en su carrocería Sport. Teniendo en cuenta que cuenta con la más avanzada tecnología del mercado en el campo de la conducción off road, ¿conseguirá superar el último reto que se ha fijado la compañía británica?
Un Range Rover Sport colina abajo a más de 150 km/h
Tal y como nos tienen acostumbrados, saben que para vender automóviles con un nicho de mercado tan específico y con un precio que en muchos casos ronda los 85.000-90.000 euros en el acabado Sport, es necesario contar con una estrategia de altura. Así pues, ¡qué mejor que irse a la Suiza más montañosa y descender una cuesta con un nombre que aterroriza a cualquiera!
La pista de esquí de descenso de Inferno en Murren fue el lugar escogido por el equipo de ingenieros de la compañía y con la aprobación del departamento de márketing y promoción. Solo faltaba el piloto y sabían que para completar este aterrador trazado de 14 kilómetros debían contar con uno muy experimentado.
Ben Collins aceptó el reto y cuando quiso darse cuenta estaba sentado en el asiento del conductor del todoterreno con el casco puesto, dispuesto a pisar el acelerador y completar el recorrido en el menor tiempo posible.
El equipo de mecánicos sabía que las defensas del coche podrían sufrir la ira de pedruscos de gran tamaño por lo que consideraron que podría ser una buena idea la instalación de pequeños refuerzos en las zonas de una mayor exposición a impactos.
Todo lo demás fue lo que ocurrió en las imágenes que acompañan el artículo. Poco a poco el piloto fue soltándose más pero cuando uno se enfrenta a pendientes en ocasiones de hasta el 75% de desnivel, las tentaciones de pisar el freno a fondo a uno le traicionan.
De hecho, en una entrevista ofrecida después llegó a decir que es la prueba más extrema a la que se había sometido desde que se dedica a probar vehículos de todas las clases. Es completamente entendible, ¿verdad? Pese a que había algunas partes del circuito que poseían protecciones por una posible pérdida de adherencia con su consecuente accidente, la gran mayoría del recorrido dependía exclusivamente de él y su habilidad para lidiar con los obstáculos.
Finalmente logró llegar desde la cumbre hasta la base fijada unos cuantos metros más abajo en un tiempo de 21 minutos y 36 segundos, algo que solo pudo cumplirse gracias a la valentía de circular, en algún que otro tramo, a unos increíbles 154 km/h, velocidad máxima registrada en la telemetría. Y a ti, ¿no te parece una auténtica locura lo conseguido por el ex piloto de Top Gear?