La industria del automóvil, al igual que lo que ocurre en prácticamente todos los sectores, el principal aliciente es el hecho de generar una rentabilidad. Entrando un poco más a fondo sí que buscarán que la misión de una es tal y la visión es cual pero al final, todo se traduce en dinero y obtención de beneficios.
Además, la competitividad provoca que donde ahora eres la empresa líder del mercado o una de las más potentes y no ves peligrar tu posición, mañana te estanques y acabes siendo residual. Para evitar eso es imprescindible tener una buena política de investigación y desarrollo con el objetivo de mantener ese status.
Sin embargo y, conociendo la típica frase de que el cliente es el jefe, quien manda en una organización en una última estancia es el consumidor que está a la espera para comprar los productos. Si de repente bajan las ventas y venían repitiéndose buenas cifras en los meses anteriores posiblemente se quede una parte del stock sin colocar. Precisamente esto es lo que podría estar pasándole a la compañía Maserati, la cual va a dejar de producir la primera semana de noviembre en la planta de Grugliasco.
¿Qué está ocurriéndole a la firma del tridente?
Es una hipótesis pero quizás los máximos dirigentes de la compañía sobrevaloraron la opinión de los consumidores al creer que las ventas irían viento en popa durante mucho más tiempo. Puede ser, también, que se haya producido más modelos para darles salida y hacer un hueco al futuro Levante, el cual quiere presentarse para el año que viene. Sea lo que fuere, lo cierto es que Vincenzo Aragona, uno de los pesos pesados del Fismic, ha salido a desmentir cualquier problema de la marca con la siguiente intervención:
”No estamos preocupados por el futuro. Las inversiones de Maserati en Grugliasco es uno de los mejores acontecimientos que han ocurrido en las inmediaciones de Turín en los últimos años. Además, el fabricante usará el parón para preparar la línea de ensamblaje para nueva producción.”
Precisamente, esta última línea podría dar pistas de que un nuevo modelo de la marca italiana está cerca. Aún así, ¿cómo se justifican los dos cierres temporales que se han producido en el corto periodo de un mes? Para observar qué ha ocurrido en España es imprescindible acudir a ANFAC para ver los datos de matriculaciones de los Ghibli y Quattroporte. Pese a que no es una muestra muy representativa, sí que se puede observar como las cifras de septiembre han descendido un 33%, pasando de 15 unidades en 2014 a 10 (9 del Ghibli y 1 del Quattroporte) este septiembre.
Si en cambio se mirasen las cifras anuales, mientras que en el periodo enero-septiembre se matricularon 114, este año son ya 148 la unidades vendidas. La diferencia es por tanto, abultada, en torno a un 30% de crecimiento. ¿Significa esto un agotamiento del tirón de Maserati en España y quizás en el resto de países en los que opera? Habrá que esperar algún mes más para ver cómo evoluciona la tendencia. De momento, podría ser este, entonces, el motivo del corte de la producción. Eso sí, estos son datos de España, el cual no es uno de sus principales mercado. Aún así, habrá que estar atentos a ver si da un nuevo vuelco la situación.