Muy malas noticias para los aficionados a los coches. Leemos en World Car Fans que Mazda no tiene intención de crear nuevos coches con motores rotativos a no ser que crean que pueden vender más de 100.000 unidades anuales. Así pues, se disipa la ilusión que teníamos puesta los aficionados en ver un nuevo deportivo de la marca nipona con motor rotativo.
Recordemos que el último modelo de Mazda con motor rotativo fue el RX-8, un deportivo con motor rotativo de 1.3 litros que entregaba 231 caballos a 8.500 revoluciones en su versión más potente, siendo capaz de llegar a unas asombrosas 10.000 revoluciones, ofreciendo un sonido espectacular sin comparación en la industria del automóvil.
Sin embargo, su alto consumo, tanto de combustible como de lubricante lastraron sus ventas, haciendo que a pesar de su contenido precio no sea un coche fácil de ver. Dejó de comercializarse en España en el año 2010.
El antecesor del Mazda RX-8 fue el Mazda RX-7, un coche aún si cabe más legendario e increíble que el RX-8. Aunque la variable más conocida de este modelo es la que se comercializó a lo largo de los años noventa, el primer Mazda RX-7 llego al mercado en 1978, cesando la producción del último RX-7 de cuarta generación en 2002.
El inmediato predecesor del Mazda RX-8 fue la cuarta generación del RX-7, que contaba con un motor rotativo Wankel que entregaba 280 caballos, el límite acordado por los fabricantes japoneses en aquella época, pero que en realidad entregaba unos 295 caballos. La principal característica de este coche era la inclusión de dos turbocompresores con intercooler, siendo el único coche en el mercado que contaba con un motor rotativo turboalimentado.
Mazda también cosechó grandes resultados en el mundo de la competición utilizando motores rotativos. Mítica fue su victoria en las 24 horas de Le Mans en el año 1991 con el Mazda 787B que encabeza el artículo. Esta victoria demostró que los motores rotativos podían llegar a ser muy fiables y convirtió a Mazda en el único fabricante asiático que ha ganado las 24 horas de Le Mans hasta el momento.
El Mazda 787B posee un motor rotativo compuesto de 4 rotores de 654 centímetros cúbicos, con una espectacular potencia de 700 caballos a 9.000 rpm, siendo para muchos el motor con el sonido más bonito de la historia de Le Mans. Podéis disfrutar de este coche en el siguiente vídeo, donde Johnny Herbert, uno de los ganadores de las 24 horas de Le Mans en el año 1991, se vuelve a poner 20 años después a los mandos del Mazda 787B.
Esperemos que algún día Mazda recapacite y vuelva a deleitarnos con un nuevo coche con motor rotativo y que esta increíble tecnología no caiga en el olvido. Para finalizar os dejo con un vídeo que explica el funcionamiento del motor rotativo
Espero que os haya gustado este pequeño repaso que hemos hecho de la historia de los coches con motor rotativo desarrollados por Mazda.
Como siempre nos gustaría conocer vuestra opinión. ¿Os gustaría volver a ver más coches con motor rotativo? ¿Qué fabricante creéis que podría intentar lanzar un modelo con esta tecnología?
[…] El Mazda RX-7 lo encontramos estacionado frente a su casa de Santa Fé, junto a su buzón en forma de castillo. Producido por la marca nipona entre los años 1978 y 2002, el Mazda RX-7 se trataba de un deportivo asequible que rivalizaba con otros clásicos como el Honda NSX, el Toyota Supra o el Nissan Skyline. Montaba un motor rotativo tipo Wankel, el cual siempre se ha caracterizado por ofrecer una buena potencia sin excesiva cilindrada, aunque su alto consumo tanto de combustible como de lubricante siempre ha estado presente y Mazda ha acabado decidiendo dejar de montar este tipo de motores. […]
[…] pesar de que desde Mazda han afirmado que no lanzarán más modelos con motores rotativos, en las últimas semanas se están haciendo cada vez más fuertes los rumores que apuntan a un […]
Este lunes recibí un whatsapp de esos que marcan un antes y un después. ¡Mi hermano ha encontrado un NSU Ro80! Así que si los planetas se alinean será un nuevo miembro de nuestra “familia”. Todavía no sabemos si será asumible la “puesta en marcha” o una restauración propiamente dicha o si será una especie de pesadilla automovilística (seguramente lo será). Sea como fuere las ganas y la ilusión no me las quita nadie. Muchos NSU ha sobrevivido gracias a los Mazda y su particular (y patentada) técnica en las lumbreras de los rotores. A pesar de glotones y contaminantes los motores Mazda son fiables. El director del colegio de mi calle tiene un rx7 ochentero que únicamente le da alegrías. (Perdonad por la libertad que me he tomado para contar mis batallitas pero es que si no lo cuento reviento)