No hace falta saber mucho para entender que si se le pide fuerza a un automóvil bajo el apellido AMG, este te la va a ofrecer sin rechistar. No importa si estás frente a un Mercedes Clase E 63 AMG conducido por el recientemente campeón Lewis Hamilton o el increÃble Clase G 63 AMG 6×6.
Esas anteriores pruebas tenÃan una cosa en común y eso es precisamente lo que el Clase CLS protagonista en el dÃa de hoy no tiene. La seguridad es primordial a la hora de conducir y, más aún cuando se va a disputar una exhibición, sea o no sea legal, o sino que se lo digan a estos espectadores que sufrieron la ira del Porsche 918 Spyder sin control. Esta vez, la berlina actúa como si en un circuito de aceleración se tratase, calentando los neumáticos y dejando la goma en el suelo para tener un mayor agarre en la salida. Solo hay un inconveniente, ni hay un circuito ni hay libertad para hacer eso si uno se atañe a las normas de circulación vigentes. ¿Tan grave es la actitud del conductor?
Mercedes CLS 63 AMG y su manÃa de quemar rueda
Si te gusta el mundo del automovilismo, obviamente debe gustarte el olor a rueda quemada y las piruetas que los pilotos saben hacer en espectáculos. Pero a decir verdad, ¿te gustarÃa correr un serio riesgo de sufrir un atropello mortal por ver simplemente como un Mercedes quema rueda? Únicamente basta con que calcule mal y haga un mal juego de pedales para que se lleve a alguien por delante. Y eso por no hablar de un posible reventón de una rueda, uno nunca sabe qué puede pasar.
Lo único cierto es que en esta céntrica calle de Londres se encontraron una serie de personas con cámaras y móviles preparados para filmar y un conductor a los mandos de un Mercedes Clase CLS 63 AMG con ganas de quedarse sin juegos. Dicho lo cual, comienza a acelerar mientras se queda prácticamente clavado durante unos segundos. Dicha maniobra la realiza durante varias veces, hasta que finalmente decide abandonar el ligar dejando atrás una cortina de humo.
No es nuevo el descontento que hay entre los residentes de este barrio de la capital inglesa y es que a decir verdad, es totalmente comprensible. Escuchar dÃa tras dÃa y noche tras noche deportivos con motorizaciones de lo más potentes no debe ser del gusto de nadie. En cambio, para los turistas es un lujo poder disfrutar de estos automóviles que no pueden verse todos los dÃas.
Estos, en concreto, parecen no tener ningún miedo de las consecuencias que podrÃan producirse si el conductor de la berlina perdiese el control y atropellase a cualquiera de los presentes en ese momento. De cara a la galerÃa, dejarse un juego de ruedas frente a una de las boutiques más caras del mundo suena muy bien pero desde el punto de vista de la seguridad, todo cambia. Este acto, al igual que otros muchos que han tenido lugar en uno de los barrios más ricos de Londres, no se espera que tenga alguna repercusión de cara a cambiar o mantener la legislación que impera hasta ahora en relación a la circulación de este tipo de coches en estas vÃas.