Ya os hablábamos estas navidades de un trabajo documental del fotógrafo Piot Degler, en el que se marchaba a Cuba para mostrarnos numerosas instantáneas de la cultura automovilística cubana, entre los que destacaban un Mercedes 300 SL abandonado.
Pues bien, el fotógrafo español Miguel Llorente también hizo lo mismo en 2012, en busca del mítico Mercedes SL alas de gaviota, y no ha sido hasta ahora cuando las ha compartido en su web. Estamos ante un alas de gaviota putrefacto y oxidado sin motor, puertas destrozadas y con el interior deshecho.
El propietario de estos trozos de chatarra no tenía ni idea de coches, pero sabe que están muy valorados y son distintos de cualquier otra cosa que haya en la isla, por eso el los precios son astronómicos. La primera vez que se tuvo constancia de este 300 SL es en 2009, y también se encontró otro alas de gaviota en 1978, que parece que se dejó abandonado después de participar en algunas carreras.
Creo que hay algo de especial acerca de estos coches en el sitio en el que se encuentran. He restaurado algunos alas de gaviota y con la tecnología actual se vuelven unas máquinas bastante mejores de lo que eran cuando salieron de fábrica en Alemania. Ver uno de estos supercoches en condiciones de descomposición, abuso o vandalismo es algo totalmente nuevo y fresco.
Este último no tiene el motor de 3 litros de seis cilindros, sino que parece llevar montado el de un Corvette V8. A pesar de que pasó por numerosas manos, éste fue usado a diario hasta finales de los 80, y que finalmente quedó ahí aparcado, abandonado.
Desde luego que en Cuba se pueden encontrar numerosas joyas sobre ruedas, que dejarían boquiabiertos a cualquier amante del motor. Pero desde luego que los 300 SL se llevarían el corazón de todos nosotros por delante. Esto no significa que alguien lo vaya a comprar para restaurarlo, seguramente porque sea prácticamente imposible de restaurar por alguien normal.