Londres, como algunas otras ciudades a lo largo del mundo obligan a todo aquel que quiera ser taxista a comprar un vehículo específico, el oficial de la ciudad. Igual que en Nueva York el icono del taxi es el Ford Crown Victoria, en Londres lleva siéndolo medio siglo el famoso Black Cab de la London Taxi Company. Pero como los ingleses quieren bajar las emisiones contaminantes de la ciudad, necesitan modernizar su parque automovilístico del taxi, y para ello tienen que retirar los arcaicos TX4.
Podrían haber mantenido el poco agraciado diseño tan característico adaptando otro motor, pero se lleva hablando desde el verano pasado que estaban en conversaciones con Nissan para implantar la pequeña furgoneta NV200. Lo que nadie se imaginaba es que fueran a rediseñar el frontal de dicha furgoneta para diferenciarla del resto de NV200 de calle.
Es un diseño muy inglés, muy similar a los nuevos autobuses rojos, con unos faros LED redondos característicos. La rejilla frontal también ha sido rediseñada junto con el paragolpes. La dirección ha sufrido una serie de cambios para cumplir las normativas del pequeño radio de giro de 7,5 metros que ha de ofrecer un taxi Londinense, capaz de ratonear por las calles más pequeñas.
El resultado es el que vemos en la foto y el vídeo, que no dejará indiferente a nadie. A mi personalmente me parece más un coche chino que un coche diseñado por los ingleses, donde esta vez la elegancia inglesa ha desaparecido. No esperábamos un Rolls Royce, pero sí quizás un término medio. El diseño inglés mezclado con el japonés parecen no llevarse demasiado bien.
El motor de la nueva Black Cab será un 1.6 litros gasolina de nueva generación asociado a una transmisión automática, sin duda un vehículo mucho más limpio que los antiguos diesel instalados en los taxis antiguos. Para los taxistas más concienciados con el medio ambiente, Nissan también ofrecerá una versión eléctrica de la NV200 el próximo año.