El futuro del Nissan Leaf es convertirse en un eléctrico de referencia. Y Nissan sabe que uno de los principales obstáculos que tiene para llegar al consumidor es su diseño tan peculiar, que le aleja bastante de lo que conocemos por un coche al uso. Sin embargo, según apuntan en AutoExpress esto cambiará radicalmente en la segunda generación.
La tecnología de sus baterías también mejorará, para ofrecer una mayor autonomía. Consideremos que el Tesla Model S tiene una autonomía de casi 500 km, y el Leaf unos pobres 135 km, por lo que Nissan tiene mucho que mejorar en este aspecto. Estaríamos hablando de unos respetables 300 km, que para un coche de su categoría están realmente bien.
Al igual que hace Tesla, Nissan podría ofrecer un modelo de entrada, más barato, con unas baterías más pequeñas, con menor autonomía, como también hace Tesla con su Model S. La tecnología de baterías de este nuevo Leaf sería compartida con Infiniti en sus coches.
Parece ser que los diseñadores de Nissan se han dado cuenta que un coche eléctrico no tiene por qué dejar de tener el mismo diseño que un coche normal, así que esta nueva generación será menos innovadora en sus líneas y sí más conservadora, como bien dictan los gustos europeos. Tendría un aspecto más acorde con las líneas del Pulsar.
Llegará a los clientes a finales de 2016, y arrancará con un precio aproximado de 21.000 euros, con las ayudas gubernamentales incluidas. Si este precio no atañe el alquiler de las baterías, desde luego que puede ser realmente interesante su compra.
