A veces pienso que esto de la movilidad eléctrica es más una cuestión religiosa que un mero tema tecnológico. Como en cualquier religión, hay que creer ciegamente en todos los dogmas que componen la doctrina ya que los asuntos de fe no se cuestionan. Pero como está visto que en esto del coche eléctrico también influye mucho más de lo que parece la fe, entonces habrá que considerar como verdades absolutas todo lo que dicen los fabricantes, sin entrar a valorar su conveniencia.
Por eso vamos a ver las 10 pegas más comunes que se suelen plantear acerca del coche eléctrico. Son probablemente las 10 objeciones –según Nissan– más frecuentes que son falsos mitos que impiden que los vehículos eléctricos se generalicen.
Como no sé quedarme callado, tal vez tenga que añadir en cada aserto alguna opinión de mi propia cosecha. Y por eso, antes empezar, te advierto que aún no me he caído del caballo camino de Damasco. Por lo tanto, esta nueva religión del coche eléctrico no va mucho conmigo.
El coche eléctrico es mucho más caro que un coche tradicional
Según Nissan, el Leaf se puede adquirir por 13.900 euros. Pero para ello habría que acogerse a las ayudas estatales de 6.500 euros del Plan MOVELE, así como conseguir otro descuento en virtud del Plan Nissan-E de 2.600 euros por recompra y financiación, más los 1.000 euros del Plan PIVE. Demasiadas ayudas para abaratar un vehículo eléctrico sin batería (el alquiler de la misma supondría un coste mensual a mayores de 79 euros al mes, mientras que si se quiere comprar habría que pagar 5.900 euros adicionales).
No me termina de convencer. Es evidente que el precio real de los automóviles eléctricos continúa siendo elevado. Y más si en un momento dado se dejasen de conceder subvenciones públicas.
El coche eléctrico no tiene suficiente autonomía
Nissan piensa que esta afirmación carece de sentido, al menos en lo que al Leaf se refiere, ya que nos ofrecen una “asombrosa” autonomía de 199 kilómetros. Y no me vale que todos los estudios concluyan que casi siempre se conduce en trayectos cortos. Yo mismo suelo usar mi coche en distancias muy cortas. Pero junto a esos desplazamientos diarios de menos de 50 kilómetros, también realizo una serie de viajes largos a lo largo del año. Y no quiero tener que mantener dos vehículos, porque el mío actual con motor térmico me hace todo el servicio que yo necesito.
Ellos argumentan que en viajes largos es posible recargar el 80% de la batería enchufándola durante 30 minutos a la red. No quiero ni imaginar cuánto se puede llegar a prolongar un viaje de 900 kilómetros con un Nissan Leaf. Eso siempre que tuvieses la inmensa suerte de encontrar los suficientes puntos de recarga para no quedarte tirado.
España no tiene infraestructura de recarga para el coche eléctrico
Para Nissan no es un problema ya que estiman que el 80% de las recargas se realizan en el aparcamiento habitual del vehículo. Por otra parte, aseguran que están impulsando una red con más de 120 puntos de conexión rápida, que se sumarán a los 750 puntos normales existentes en toda España. Este argumento es tan débil que se rebate utilizando un solo dato: actualmente en España hay cerca de 10.400 gasolineras a nivel nacional.
El coche eléctrico tiene menos prestaciones
Los coches eléctricos tienen que ser más espartanos para intentar ahorrar consumos energéticos de cualquier parte. Por ello, muchos carecen de equipamientos que en un automóvil convencional vienen de serie. Para contrarrestar esta desventaja, Nissan afirma que el Leaf se ofrece en tres gamas de equipamientos denominadas Visia, Acenta y Tekna. Esta última dispone de equipamientos tan “avanzados” y “tecnológicos” como la dirección asistida o el aire acondicionado.
Aunque para ser justos, también hay que explicar que el Leaf nos permite conectar el automóvil al smartphone para programar funciones a distancia, junto con equipamientos claramente novedosos como la cámara de visión 360º o el sistema de sonido BOSE Energy Efficient Series.
El coche eléctrico tiene menos capacidad de aceleración
Los vehículos eléctricos entregan de un modo constante el par máximo en todo el rango de revoluciones. Eso provoca que la sensación de conducción sea extraña. En ocasiones parece que el coche no tiene la suficiente fuerza para una situación apurada, como puede ser un adelantamiento. Pero esto no es más que una confusión por la falta de costumbre. En realidad, su capacidad de aceleración –la del Leaf y la del resto de eléctricos– es mayor a determinados regímenes de vueltas que la de un motor de explosión. Así que en este caso hay que darle la razón a Nissan.
El coche eléctrico no alcanza la misma velocidad que un coche tradicional
En un país como España, en el que los límites de velocidad están fijados en 120 kilómetros hora, creo que esta desventaja de los automóviles eléctricos no tiene mucho sentido. Pero como muchos conductores siguen pensando que circulan en un Fórmula Uno, hay que decir que un automóvil eléctrico que sobrepase los 140 kilómetros hora experimentará una rápida merma en la carga acumulada en su batería. Por eso, vehículos como el Leaf están autolimitados a 145 kilómetros por hora. Así que, a pesar de que técnicamente es viable, no es nada conveniente correr con un coche eléctrico si no quieres quedarte tirado en pocos kilómetros.
El coche eléctrico requiere más mantenimiento
Este argumento sí que se puede considerar como una falsedad fruto de la ignorancia. Por la propia ausencia de lubricantes y de fricciones excesivas, los coches eléctricos requieren un menor mantenimiento que los convencionales. En esto hay que darle la razón a Nissan. Así que si eres de los que sienten una terrible pereza a la hora de acudir al taller para realizar los mantenimientos periódicos, tal vez el vehículo eléctrico sea una solución para ti.
El coche eléctrico es más pequeño que los convencionales
El talón de Aquiles de este tipo de automóviles genera en gran medida las objeciones más comunes. Ya te he mostrado que la poca autonomía provoca la ausencia de muchos equipamientos básicos, al igual que las bajas velocidades máximas que pueden alcanzar. Por lo mismo, tampoco pueden ser coches de excesivas dimensiones, porque un peso elevado podría aumentar el gasto energético. Y ya sabemos que este tipo de vehículos no van sobrados precisamente de energía. De cualquier forma, respecto a este tema, el Nissan Leaf es uno de los más grandes y espaciosos, con capacidad para cinco personas y un maletero de 370 litros.
Tener un coche eléctrico no tiene ventajas adicionales
Nissan asegura que el ahorro económico en combustible es notorio. A mí me parece que sustituimos una energía cara por otra que también lo es, ya que la luz eléctrica no se la regalan a nadie. Por otra parte, para los que aparcan en la calle o en garajes comunitarios (el de mi casa tiene espacio para más de cincuenta de coches), a día de hoy es imposible cargar la batería por las noches, ya que la actual infraestructura lo impide.
Aunque es innegable, como recuerda Nissan, que muchas ciudades están estableciendo incentivos al vehículo eléctrico: rebajas en el impuesto de circulación, aparcamientos gratuitos en zona azul o verde, descuentos en peajes y permisos para circular en carriles VAO.
El uso de coches eléctricos tiene poco impacto en la mejora de la calidad del aire
Según Nissan, la contaminación en ciudad procede principalmente de las emisiones producidas por los vehículos a motor. Estas emisiones se reducirían mucho si empezasen a circular más coches eléctricos. Esa aseveración es cierta. Pero hay una cuestión sobre la que los implicados en el impulso al vehículo eléctrico apenas quieren incidir: si la electricidad que usan se ha producido en centrales eléctricas que utilizan materias primas contaminantes como el carbón, estaríamos haciendo un pan con unas tortas; porque la contaminación causada por la central eléctrica sería mayor que la de los coches convencionales.
—-
Entiendo que un fabricante se centre nada más que en el lado positivo de las innovaciones que produce. Pero hay que emplear argumentos más inteligentes y trabajados, o perfeccionar mucho más las tecnologías actuales. Porque es la propia Nissan la que se rebate a sí misma tratando de aclarar las objeciones más generales. A día de hoy, son muchas más las pegas que las ventajas del coche eléctrico. Lo que Nissan considera falsos mitos que hay que erradicar son verdades a las que los fabricantes no saben dar una respuesta adecuada. ¿Estás de acuerdo con mis opiniones? ¿Piensas que todavía le queda un largo camino por recorrer al coche eléctrico? ¿O consideras que ya son una realidad sin vuelta atrás?
Nissan | Prensa