Hay determinadas marcas que tienen un amplísimo catálogo de accesorios aftermarket, ya sea de recambios, piezas para preparaciones mecánicas o mercado de segunda mano. Este último cada día se hace más interesante con el auge de las webs como www.eanuncios.com de artículos de segunda mano. Si a eso sumamos que algunas piezas entre marcas pertenecientes a grupos son intercambiables, las opciones son casi infinitas.
Piezas de un Golf en un Audi A3, recambios de un Nissan en un Renault, o elementos de un Citroën que encajan en un Peugeot; es parte de la magia de los grandes grupos de fabricantes. Hay determinados elementos que no merece la pena comprar de segunda mano, pero otros se tornan muy interesantes de comprar.
Esto ocurre porque las marcas deciden cobrar cantidades desorbitadas por cierto tipo de piezas que un usuario normal se negará en rotundo en adquirir. Hablamos de cosas como un airbag, un capó o un faro. Son piezas que si las conseguimos en buen estado, será una buena compra, y por varias veces menos de lo que nos costaría en el servicio oficial. Sin embargo hay otras tantas que se tornan inútiles de comprar de segunda mano, sobretodo piezas de desgaste, cuyo coste es de pocas decenas de euros, y que merece la pena adquirir nuevas. Estamos hablando de discos de freno, sensores, etc. que provocarán más problemas que soluciones en caso de que nos hagamos con ellos. Su propia naturaleza de desgaste hará que dejen de funcionar correctamente en poco tiempo.
Hay gente aficionada a montar piezas de otro coche en el suyo, bien porque le es más barato ponerlas, o porque quieren mejorarlo estéticamente y éstas son compatibles. Un claro ejemplo es el de volantes o asientos, que provengan de modelos deportivos de esa marca, y que le den un cambio estético a nuestro coche bastante importante.
Así que mi consejo desde aquí es que valores muy bien qué quieres comprar y si te merece la pena comprarlo nuevo en el servicio oficial, de terceras marcas en una tienda de recambios, o de segunda mano a través de Internet.