El parque automovilístico, inevitablemente, está sufriendo un cambio continuo en favor de los coches que menor contaminación emiten. Es difícil lograr una reducción total pero poco a poco, ya sea por necesidad de los autónomos del sector del taxi o por cualquier otro motivo, los híbridos y eléctricos no parece que crezcan con picos desmesurados. El motivo principal puede ser el miedo a lo desconocido, el no fiarse de una tecnología que es unas cuantas décadas más joven que lo tradicional, los motores de combustión.
Por este trauma pasó también el diesel y ahora se ha convertido en la motorización más comercializada, por lo menos en España y en gran parte del resto de Europa. Ya sea por publicidad o por unos precios un poco más altos que el resto de las versiones, lo cierto es que los híbridos y eléctricos aún suponen unos porcentajes de ventas residuales respecto a las opciones tradicionales. Esto únicamente refleja un problema que aún no se ha sabido atajar, las políticas no están sirviendo para incrementar esta flota de vehículos menos contaminantes.
Problemas que ocurren para que no esté desarrollándose un tejido automovilístico asentado sobre la hibridación
- Diferencias entre precios
Querer justificar algo en el precio es algo subjetivo, de acuerdo, pero en este caso es inadmisible lo que está ocurriendo en cuanto a los gaps que hay entre el precio de una motorización de gasolina, una de diesel y otra híbrida, por no añadir una eléctrica. En muchas ocasiones es una tontería comprarse un diesel en detrimento de un gasolina, ¿habría que plantearse la pregunta con los híbridos? Es un tanto complicado decidirlo cuando la diferencia en el precio es de medio millón de las antiguas pesetas en el mejor de los casos.
Sin embargo, hay que ir un poco más allá y ver qué beneficios tendrían los híbridos y eléctricos sobre el resto de vehículos convencionales. No debería quedarse el tema zanjado desde el punto de vista económico solo, habría que incluir otras variables en la ecuación en referencia a la contaminación y el cuidado del medio ambiente. El tema del dinero y cómo gastarlo es complicado pero habría que abarcar más allá de lo que uno tiene a primera vista en su valorización final de una compra tan importante como lo es un automóvil.
- Incentivos fiscales
Tal y como ocurre con el Plan PIVE, el Plan Movea puede provocar una dependencia psicológica del programa de ayudas con las ventas, es decir, que en el momento que se acaben dichos incentivos se reduzca su atractivo exponencialmente hablando afectando así a la venta total de híbridos y eléctricos. ¿Está haciéndose una política correcta?
En un primer análisis podría decirse que se ha comenzado a construir la casa por el tejado. Sin disponer de los cimientos se ha comenzado la venta y un sistema de ayudas sin que exista una buena infraestructura al respecto. ¿Cuántas gasolineras disponen de tecnología y GLP en los surtidores? ¿Cuántas ‘electrolineras’ hay en operativas en España? ¿Cómo es posible que el sistema te ofrezca subvenciones a la compra si luego va a tener difícil la carga de las baterías en tiempos razonables? Son muchas las cuestiones que habría que plantearse antes de haberse anunciado las ayudas propuestas para el próximo 2016.
- Tradicionalismo en las compras
Obviamente, una parte de la culpa debe recaer en el consumidor final. Al fin y al cabo, es quien termina adquiriendo uno u otro producto. En este caso, movidos por una publicidad que rechaza la opción híbrida y eléctrica y por medio del boca a boca, a veces, malintencionado, lo cierto es que uno suele terminar yéndose a lo tradicional, motores de combustión que gastan menos que hace unos años pero que siguen provocando una contaminación en las ciudades.
Cambiar la perfección de los consumidores debería ser clave para enterrar los miedos al cambio de la tecnología. Deberían mostrarse más beneficios y virtudes que defectos tienen. De hecho, ahí están pese a que más de uno trata de ocultarlos.
- Interés en que no explote el desarrollo de fuentes alternativas
En más de una ocasión se ha visto como misteriosamente se ha abandonado un proyecto de investigación relacionado con alguna innovación que pretendía dotar de eficiencia alguna nueva fuente alternativa. El sector del automóvil está, como no podría ser de otra manera, muy relacionado con el petrolífero. De hecho, el primero vive del segundo y viceversa. Mientras tanto, los pozos donde se puede encontrar el ‘oro negro’ están escaseando, motivo por el que urge un cambio de política desde el ente público.
¿Interés? Se ha visto en más de una ocasión como las ‘puertas giratorias’ son el anzuelo perfecto para ‘pescar’ al político de turno y desincentivar así cualquier muestra de cambio en la movilidad del país. Esto, por supuesto, conlleva grandes errores relacionados con una dependencia muy fuerte del sector del petróleo, por lo que un aumento en el precio del mismo podría ser fatal para la economía en el largo plazo dada su escasez.
- Mentalidad ecofriendly de cara a la galería
¿Puede uno fiarse de una empresa que por un lado está investigando cómo incorporar la tecnología eléctrica en el automóvil y por otro lado miente en cuanto a las emisiones contaminantes? Cada uno, por supuesto, tiene su derecho a decidir y posicionarse en un tema tan complicado como lo es el escándalo de las emisiones de Volkswagen pero ciertamente, es algo totalmente contradictorio.
Por otro lado, es cierto que cada vez más empresas sacan al mercado vehículos híbridos y eléctricos pero en la mayoría de las ocasiones estas creaciones tienen un papel testimonial en los objetivos de los comerciales. Desde dentro de las compañías debería realizarse un mayor esfuerzo en retribuir las comisiones de ventas de estas motorizaciones con el objetivo de que se destacasen las bondades por encima de las carencias.
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Estos son algunos de los motivos por los que el sector del vehículo híbrido y eléctrico no termina de arrancar en el mercado español. Así pues, en lo que llevamos de año esta tecnología ha conseguido volúmenes que van entre un 1,4 y un 2,9% del total de las matriculaciones según datos ofrecidos por ANFAC. Con que algunos puntos anteriores diesen un vuelco podría estar hablándose de un cambio en la tecnología y una transformación en el sector.