La DGT, tal y como apareció ayer en los medios de comunicación, va a implantar un sistema de etiquetas obligatorio en todos los coches con el fin de catalogar el nivel de emisiones de todo el parque automovilístico actual.
Como uno puede imaginarse, esta medida irá introduciéndose a lo largo de los próximos meses a través de una carta que será enviada por el órgano administrativo a cada propietario. Deberá pegarse en el parabrisas del coche del mismo modo que la que actualmente hay que instalar en cuanto se supera la revisión de la ITV.
Al menos de momento, los coches serán tratados en base a su año de antigüedad y el tipo de motorización. Hasta nueva orden, este sistema no tiene ninguna repercusión en la circulación pero este sistema podría ser el utilizado para delimitar la entrada de los coches al centro de las ciudades ¡Ya sabes cómo se las gastan últimamente!
Antes de todo, ¿cuál es la etiqueta que tendrás que incorporar al parabrisas de tu coche?
La DGT te obligará a tener una pegatina para saber cuánto contamina tu coche
Es importante recalcar que este sistema ya está implantado en otros países europeos como Alemania. Por ahora, no tendrá un papel importante a la hora de tomar importantes decisiones en la gestión del tráfico pero sí que ya ha servido como punto de partida para prohibir a ciertos colectivos la entrada al centro de algunas ciudades del viejo continente con tal de controlar la contaminación.
De esta forma, estas son las cuatro categorías sobre las que se basa el nuevo sistema de colores de la DGT:
Etiqueta de color Azul: Cualquier vehículo que aparezca en el Registro de Vehículos de la DGT tendrá este simbólico emblema. Según viene recogido en el documento, todos los automóviles catalogados como vehículo eléctrico de autonomía extendida (REEV), vehículos eléctricos de batería (BEV), vehículos de pila de combustible o vehículo eléctrico híbrido enchufable (PHEV) con una autonomía mínima de 40 kilómetros tendrán que colocar en el parabrisas la etiqueta de color azul y con el número ‘0’ escrito.
Etiqueta de color Azul/verde: Tendrán a su disposición la etiqueta pintada mitad de color verde y mitad de color azul aquellos que son híbridos enchufables con una autonomía inferior a los 40km, los vehículos híbridos no enchufables (HEV), los que usen gas natural (GNC y GNL) y los que funcionan con gas licuado del petróleo (GLP).
Etiqueta Verde: Entran dentro de esta categoría, también denominada ‘C’, todos aquellos turismos y furgonetas ligeras que dispongan de una motorización gasolina que cumplan con la normativa Euro 4,5 y 6 y los diésel Euro 6. Esto engloba a todos los vehículos gasolina matriculados en el año 2006 en adelante y en relación a los diésel, aquellos con matriculación de 2014 y posteriores.
Etiqueta Amarilla: Dentro de este grupo se posicionarán todos aquellos turismos y furgonetas ligeras que cumplan con la normativa gasolina Euro 3 y los diésel Euro 4 y 5. Esto significa que la categoría ‘B’ estará formada por los vehículos indicados con motor de combustión de gasolina matriculados a partir del año 2000 y aquellos que funcionan con diésel posteriores al año 2006.
Nota: Los vehículos con más de 8 plazas y destinados al transporte de mercancías estarán dentro del cupo del grupo ‘B’ siempre y cuando hayan sido matriculados con fecha posterior al 1 de enero de 2005.
Tras estas aclaraciones y explicación del funcionamiento del nuevo sistema de la DGT, ¿ha comenzado el desprecio al coche contaminante? Un diésel de los años noventa puede contaminar tanto como veinte actuales, ¿merecen disponer de un distintivo que los clasifique como ‘muy contaminantes’?
Detrás de la campaña podría comenzar un prejuicio hacia aquellos conductores que no tengan el color verde o azul en el parabrisas de sus coches. Posiblemente, el culpable de que no posean ninguno de esos dos colores es la economía, no siempre lo permite. ¿Habría que impulsar antes de esta medida planes para continuar la reconversión de parque automovilístico?
Teniendo en cuenta que la media de edad de todo el parque a nivel nacional supera la media de los países europeos, podría ser una mejor alternativa impulsar el vehículo alternativo. Las administraciones públicas deberían atraer la inversión que están implantando compañías como Tesla en vez de catalogar los antiguos como los apestados, ¡a la gran mayoría les gustaría poseer un Tesla Model S!