Hace ya unos años que nos dejó la mítica compañía Hummer. Hasta principios de siglo, apenas era conocida. De hecho, los militares eran los que más conocían la existencia de una compañía que sacó al mercado su primer modelo para el público en 1992. Decidieron llamarlo H1 y, sin duda alguna, no era un vehículo para cualquiera.
Tenía un desempeño brutal fuera del asfalto y buena prueba de ello es que estuvo en producción en torno a una década. Tras el éxito del modelo primerizo, la compañía norteamericana decidió probar con una alternativa igual de radical pero que fuese más amena para los estándares del mercado, sacando el exitoso H2.
Hummer desapareció tras los continuos azotes de la crisis económica a la industria y por ello ya no se ha vuelto a especular con el retorno de un modelo de estas características. Sin embargo, Bob Lutz, junto a otros prestigiosos empresarios del sector automovilístico, volverán a producirlo bajo la denominación Humvee C-Series al no poder utilizar H1 por estar ya registrado.
25 años después, Hummer volverá de nuevo a los barrizales
Se utilizará esta denominación debido a que los vehículos militares que utilizan esta plataforma son llamados bajo estas siglas. Partiendo de la base que ya se cuenta con todo lo necesario para comenzar la producción, es importante destacar que lo hará con varios bloques que rendirán varios niveles de potencia.
En su presentación de hace unas semanas ya se pudo comprobar que estará disponible un motor V8 6.5 litros diésel con tres fases de entrega: 192 CV y 522 Nm de par motor, 208 CV y 596 Nm o 253 CV con también 596 Nm de par máximo. Por el lado de la gasolina, también se podrá equipar al todoterreno con un V8 que entrega unos 436 CV y 575 Nm de par.
En relación al equipamiento, incluye algunas novedades respecto al modelo de origen pero a modo de mantener la esencia del que salió de fábrica en el año 92, apenas logrará contar con una serie de opciones que se distribuirán en los paquetes Charlie, Bravo y Delta.
Su producción, con el fin de mantener las exclusividad que impera sobre la base del H1, estará limitada a unas 100 unidades aproximadamente, las cuales se irán entregando al ritmo de una fabricación casi artesanal. Dicho proceso se llevará a cabo en las instalaciones que VLF tiene en Auburn Hills, en Michigan.
¿Su precio? Obviamente, teniendo en cuenta que se espera que su producción sea muy limitada y que las características del vehículo son prácticamente insuperables fuera del asfalto, lo lógico sería pensar que no se iba a fijar un precio bajo. Según se ha podido saber, se pedirá por cada una de las unidades la friolera cantidad de 150.000 euros.
